Capítulo 7

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— Así que definitivamente estás de niñera. —El hombre con tatuajes sonrió divertido.

— ¿Podrías parar? —Soltó Yoongi de mala gana. — Es eso o muero de hambre.

— ¿Comienzas mañana y regresas el martes? —Preguntó el padre de Yoongi viéndolo con una ceja alzada.

— Me pidieron que me quedara a dormir, por lo visto no lo lograron tener a alguien más. —Contestó el adolescente sentado en el taburete de la cocina ligeramente jorobado y una cerveza a la mano a la que le daba varios tragos.

— ¿Sabes de qué edad son los hijos? —Preguntó el hombre alzando una ceja.

— Deben ser niños si me piden quedarme a dormir. —Yoongi se bajó y avanzó a su cuarto para seguir metiendo su ropa a la maleta, olerla y enterrarla en bolita hasta el fondo.

— ¿Y la paga? —Preguntó su padre nuevamente.

— Lo que pagaríamos tres meses de renta acá. Más o menos. —Yoongi bufó. — Estoy satisfecho, me alcanza para sobrevivir bien.

— Bien. —Su padre se levantó del sucio sofá y se acercó a él. — ¿Saldrás hoy? Necesito más cervezas.

— Ahora te las compro, déjame finalizar esto. —Yoongi cerró la maleta y la azotó un par de veces contra la cama para crear más espacio. —Me veré con Hyuna seguramente.

— ¿El chico de ayer ya quedó en el olvido? —Bromeó el hombre.

— No quería un trio, así que tendré que encontrar a alguien que si lo quiera. —Yoongi alzó sus hombros sin importancia.

— ¿Trio? —El hombre rió. — ¿Tu pequeña verga te alcanza para llenar dos culos?

— ¿Pequeña? —Yoongi soltó una carcajada. — ¿Estás seguro de que soy tu hijo?

Yoongi rió mientras que su padre lo observó muy mal, el adolescente dejó de reír al instante y dejó la maleta al pie de la puerta antes de acercarse a la entrada rápidamente.

— Ya, no te pongas así viejo. —Yoongi se ajustó la chaqueta de cuero. —En la noche te traigo tu chupe y una cajetilla.

— Me entero de que gastaste un centavo más y te joderé la cara. —El hombre le extendió de mala gana el billete. —Voy a contarlo.

— Sí, tú ganas. —Yoongi puso los ojos en blanco y guardó el billete. —Nos vemos luego viejo, procura no tener a una de tus novias desnuda cuando llegue.

— Yo no te digo anda cuando traes a tus jotos. —Reclamó el padre.

— Bueno, ellos mínimo si se quedan en mi cuarto. —Yoongi palmeó su hombro. —Adiós viejo.

Cerró y bajó trotando las escaleras desgastadas hasta la calle. Observó a Kim Hyuna apoyada en la pared con su IPhone y unos auriculares negros. La chica se los quitó en cuando los vio y resopló molesta antes de darle un buen golpe en el pecho.

— ¿Por qué tardas tanto? —Reclamó ella. —Ma salen canas.

— Eres demasiado bella como para envejecer gatita. —Yoongi le sonrió antes de avanzar.

— ¿Por qué juegas así conmigo? Yo que te amo tanto. —Hyuna dramatizó haciéndose la ofendida.

— Si tanto me amas dame unos billetes, la hora feliz es hasta la seis. —Yoongi extendió su mano.

— Estarás cagando tus billetes en mi cara con tu trabajo de niñera. —Hyuna nuevamente bufó mientras avanzaban. — ¿Vestirás como esas maids en el porno japonés?

— ¿Qué te sucede? Más respeto. —Yoongi la empujó bruscamente provocando que la otra se tambaleara molesta.

— Tampoco te pongas así. —Hyuna se colocó nuevamente junto a él y lo golpeó de vuelta. — Si la pandilla de Marty te ve por esas zonas se encargaran de arrastrarte al callejón.

— Me vale una mierda, solo será del Viernes al Martes temprano. —Yoongi hundió sus manos en el bolsillo de sus pantalones. —Cuando tenga el dinero te invitaré una buena hierba en los almacenes de Ruth.

— Me harías feliz. —Hyuna se colgó de su brazo. — ¿Qué hice para merecerte?

— Hacer chistes racistas en clase, quitarte el sujetador en gimnasia, hacerle el dedo al director y llegar y decirme “hola puto, ¿quién eres?” con un puñetazo en el pecho y luego sentarte frente a mí como si estuvieras en tu casa mientras te atragantabas con unas papas gigantes con salsa.

— Uh-uh. —Hyuna asintió divertida. —Lo recuerdo. Resultó divertido, no creí que recordaras lo del sujetador.

— En ese entonces todavía me gustaban las tetas, claro que lo recuerdo. —Yoongi la observó con cierta picardía.

— Eso si es jugar sucio. —Hyuna negó con la cabeza y le dio un empujón con su cadera. —Yo aquí pensando en llevarte a la cama y me restriegas lo gay que eres.

— Al menos nunca seré más gay que tu hermano. —Se burló Yoongi. — ¿Cómo está el bastardo? Desde que se fue a Busán no sé nada de él.

— Pues… —Hyuna ladeó su boca. —Yo creo que bien, ¿no? Tampoco he hablado mucho con él.

— ¿Qué se siente la menor de los Kim? —Preguntó Yoongi. —Todos haciendo de su vida lo que quieran y tú encerrada con tu padre.

— No lo sé, ¿qué se siente no tener madre? —Contraatacó Hyuna.

— Auch. —Yoongi rió.

— Ahí está tu respuesta. —Hyuna asintió y se cruzó de brazos. — Pero soy la favorita así que…

— Claro. —Yoongi rió. —Y más maleducada.

— ¿Y de quién lo aprendí? —Hyuna lo observó divertida.

Yoongi soltó una agradable carcajada antes de seguir avanzando con la única persona a quien soportaba la compañía. Pasó su brazo por el cuello de la chica y la pegó a él.

— Eres un caso, ¿lo sabías? —Yoongi sobó suavemente su brazo con una sonrisa.

— Sí, sí gracias por el cumplido. —Hyuna rió divertida. — Ven, vamos por un trago, ¿escuchaste de los nuevos botines del Nayeon? No puedo creerlo, ¡no hagas esa cara! ¡Realmente son terribles Yoongi…! ¡Ya, dime algo! ¡Ush! ¡Yoongi ven acá, Yoongi! ¡Yoongiiiii!







PRETTY PARK TWINS - yoonmin [LIBRO 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora