— ¿Niños? —Llamaron dulcemente. — Despierten corazones, hemos llegado.
El primero en reaccionar fue Jimmy quien sintió su mejilla muy caliente. Bostezó y frotó sus ojos con su puñito muy débilmente antes de dirigir la vista al entorno. Alzó la vista para ver a su hermano Jimin profundamente dormido junto a él, los labios un poco abiertos y una dulce expresión en su rostro. Jimmy comenzó a zarandear a su hermano con delicadeza.
— Jiminnie. —Llamó Jimmy. — Jimin ya llegamos. ¡Hermanito!
Jimin se movió un poco. Jimmy volvió a sacudirlo para que reaccionara pero el nombrado no lo hacía. Hizo un puchero abultando su labio inferior y comenzó a morder su brazo dejando mucha baba en él. Jimin abrió casi al instante sus ojos y chilló agudo mientras Jimmy se carcajeaba al ver a su hermano frotarse con disgusto.
— ¡Iugh Jimmy! —Se quejó Jimin frotándose con su manga. — ¡Ya me estaba despertando!
— Sí, sí. —Jimmy rodó los ojos. — ¡Vamos, quiero ver la casa!
Entrelazó sus manos con su hermano y bajaron del coche viendo la casa de dos pisos y techo triangular frente a ellos. Ambos abrieron sus boquitas con emoción y brincaron dando vueltas tomados de la mano. Era una casa muy bonita, muy acogedora vista por fuera y seguramente por dentro igualmente. Un patio con vallas a la altura de sus cinturas estaba del lado izquierdo de la casa dando hacia otra casa color azul con las ventanas cerradas.
— ¡Vamos Jimmy! —Jimin besó la mejilla de su hermano con fuerza.
El pequeño de cabello rosa asintió emocionado y ambos entraron corriendo a la casa pese al “¡No corran en las escaleras!” de su madre de fondo. Las subieron entre tropezones sin dejar de tomar sus manos y observaron las puertas y la pequeña sala. Corrieron a una puerta abierta que tenía sus nombres escritos en rosa y amarillo y una estrella morada y sonriente al lado.
— ¡Papi y mami ya habían venido! —Exclamó feliz Jimmy cuando entraron a la habitación. — ¡Guaaaau!
— ¡Niños! —Su madre llegó detrás de ellos haciendo un puchero. — ¡Era una sorpresa!
— Perdón mami, ¡es que ya no aguantábamos! —Contestó Jimin, Jimmy asintió repetidas veces.
— No pasa nada corazones. —Su madre abrió más la puerta. — ¿Les gustó cómo decoré su cuarto?
— ¡Siiiiii! —Exclamó Jimin eufórico, Jimmy igualmente asintió emocionado. — ¡Está súper mega híper bonito!
— Entren corazones. —Su madre sonrió. —Ahora les traen sus maletas, no vayan a lastimarse.
Ambos chicos asintieron y dirigieron sus curiosas y brillantes miradas a su inmenso cuarto. Era color lila con muebles cafés muy bonitos. Las paredes estaban decoradas con arcoíris y varias estrellas neón que hacían brillar el cuarto, serpentinas rosas y amarillas y dos camas de sábanas azul cielo y cojines morados muy suaves y calientitos. En cada cama que estaba en cada esquina había un peluche distinto, un conejito blanco a la derecha y un elefante gris en la izquierda.
— ¡Señor esponjoso! —Jimmy corrió al conejo emocionado. — ¡Así que allí estaba!
— ¡Señor elefante! —Ahora Jimin corrió a la otra cama y abrazó al peluche de elefante con fuerza. — ¡Me hizo tanta, tanta falta!
Ambos chicos abrazaron a sus respectivos muñecos con excesiva fuerza y comenzaron a llenarlos de besos. Interrumpieron su sesión y se pusieron rojitos cuando unos hombres entraron a depositar las maletas y observaron con grandes ojos la habitación. Había que admitir que era muy bonita.
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PRETTY PARK TWINS - yoonmin [LIBRO 1]
Hayran Kurgu❝ Jimin y Jimmy eran dos lindos gemelos, y Yoongi el malhumorado chico que debía cuidarlos. Sin embargo, parece que la situación no siempre es dulce y acaramelada como parece. Los gemelos son especiales, y lentamente Yoongi se comienza a dar cuenta...