La realidad y el futuro

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Dragon Days

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La realidad y el futuro

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Los festejos de año nuevo terminaron y con estos, las dos semanas que debían pasar en esa ciudad. Los tres volvieron a casa apenas terminaron los fuegos artificiales sin perder más tiempo ya que les esperaba otro día largo y ajetreado, llegando poco antes de la una de la mañana yendo a la cama enseguida.

Kanon despertó con el amanecer esa primera mañana de enero sintiendo a Radamanthys a su lado, de hecho lo tenía fuertemente abrazado llenándolo con el calor de su cuerpo. Bien sabía que le sería muy difícil desacostumbrarse a despertar al lado de su chico rubio, en solo dos semanas había descubierto lo bien que se estaba acompañado y despertar cada mañana al lado de una persona tan querida. No deseaba cambiarlo por la soledad de su apartamento y su cama fría.

El despertador sonó a eso de las nueve y media, más o menos, haciendo que Radamanthys se girara silenciandolo para volver a su cómoda posición.

—Feliz año —susurro Kanon con voz melosa al oído de su pareja haciendo que este sonriera.

—Feliz año, ¿lograste dormir?

—Por supuesto. De hecho pensaba en que volveremos a Grecia en unas horas y... se habrá acabado este sueño idílico. Estas bonitas vacaciones.

—Ni lo menciones, mañana será un día horrible —no parecía tener ganas de ponerse de pie aferrándose a él con más lo más que podía haciendo sonreír a su pareja de cabellos azules.

Kanon quería sacar al aire ese tema que rumiaba su mente sin estar seguro aunque, sin deseos de prolongar más esa consternación, tomó las riendas del asunto.

—Escucha... me gustaría charlar sobre algo —comenzó a decir sintiendo los latidos de su corazón.

—Sí claro —respondió su compañero separándose un poco para que hablara—, ¿sobre que necesitas que hablemos?

—Se que tu auditoría termina alrededor del quince de enero, ¿es correcto?

—Si, es la fecha que estamos manejando aunque el deadline real es el día veinte —dijo el rubio pensativo.

—Una vez que termine... ¿cuáles son tus planes? —Kanon se giró para quedar de frente mirándolo fijamente— ¿volverás aquí o serás requerido en otra ciudad?

—Tentativamente volveré a casa. La verdad no he tenido tiempo para pensar si tomaré otro proyecto fuera. Ya te habrás dado cuenta que es muy cansado estar viajando de un lado a otro constantemente.

—Me gustaría que pensaras en nosotros —dijo Kanon sin más yendo directo al grano—, en el futuro. ¿Qué sucederá con nosotros una vez que tu auditoría haya terminado?

Radamanthys permaneció en silencio por unos momentos observando el techo sobre su cabeza. Tampoco se había hecho tiempo para considerar su situación a detalle, había olvidado por completo que su estancia en Grecia sería temporal y, apenas terminara su trabajo, Kanon y él tendrían que separarse irremediablemente.

—Pues... —comenzó a decir— No sé por qué asumí que estaríamos juntos aunque vivas lejos. Pero ahora que lo mencionas... por un momento, olvide que tu hogar está en Atenas.

—Supongo que eso significa que, apenas concluyas tu trabajo, se terminaran las cosas conmigo, ¿estoy en lo correcto? —respondió tratando de que no se le quebrara la voz.

—¡No pensaba hacer eso! —el rubio lo observó de frente clavando sus ojos dorados en el rostro de su compañero—, quiero que estes conmigo solo que no he pensando en que hacer para continuar viéndonos viviendo tan lejos uno del otro —lo dijo tan rápido atropellando las palabras que Kanon lo miró sorprendido por un segundo.

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