Dragon Days

El cambio de actitud

Dragon Days

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El cambio de actitud

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Los minutos se volvían una eternidad tanto para Radamanthys como Kanon quienes se dividieron apenas notaron la ausencia del niño. Uno recorría incansablemente el alrededor de la zona mientras que el otro iba directo al anfiteatro; Kanon trataba de abarcar todas las pequeñas cabezas que tenía al frente sin encontrar la que le preocupaba, para la mala suerte de ambos, Owen llevaba un gorro tejido que cubría sus cabellos siendo irreconocible perdiéndose en entre la multitud de niños que también llevaban gorritos de colores cubriendo sus cabezas. En caso contrario, habría dado con él mucho más rápido. Los chicos que hablaban más y más alto moviéndose de un lado a otro incrementaron exponencialmente su nerviosismo y desesperación por encontrar al niño.

—¡Dioses, ¿dónde se metió?! —pensaba con angustia llamándolo lo más alto que podía sin recibir una señal de respuesta mirando a ambos lados a la espera de alguna señal de este.

No era tan sencillo que alguien lo escuchara ya que había altoparlantes colocados por todas partes que hacían sonar música ruidosa y las voces de los anfitriones, así como del público, lo volvían aún más difícil. Sin más fue directo a las escaleras de piedra más cercanas revisando minuciosamente cada hilera de personas frente a él. Desde afuera, el teatro se veía mucho más pequeño de lo que realmente era pues las filas eran muy largas y sus ojos recorrían cada asiento con insistencia por varios minutos una y otra vez.

¿Owen habría sido secuestrado o algo así? No quería siquiera pensar en una posibilidad tan aterradora, no obstante al no poderlo encontrar, su cabeza maquilaba ideas disparatadas al mismo tiempo que su corazón latía con furia a punto de brincar de su pecho.

Al girarse sobre sí mismo, en dirección a la entrada principal del teatro, se logró divisar a Radamanthys hablando con una chica policía de la Met quien hacía preguntas diciendo palabras de aliento tratando de tranquilizar al alterado hombre frente a ella, al parecer se le estaba proporcionando una descripción del desaparecido ayudada por una foto en su teléfono móvil, iniciando una comunicación a través de su radio móvil sin dejarlo solo. El joven del cabello cobalto se acercó a él con pasos rápidos ya que el otro estaba sumamente desesperado haciendo un notable esfuerzo sobrehumano por mantenerse ecuánime.

Kanon sujeto su mano lo más fuerte que pudo, no tenía las palabras suficientes para consolarlo aunque entendía su sufrimiento, él también estaba mortificado por el repentino extravío de Owen.

—¡¿Cómo pude perderlo de vista?! —se decía Radamanthys pasando una mano por su rostro tratando de no explotar— ¡¿Cómo pude ser tan descuidado, tan...?! —se decía furioso.

—Lo encontraremos, ¿me oíste? —Kanon lo miro de frente tratando de reconfortarlo, tratando él mismo de mantener la calma— Lo encontraremos.

La chica policía se mantuvo al lado de ambos todo el tiempo mientras intercambiaba información con sus compañeros ubicados en los alrededores y dando estatus cada pocos minutos. Los tres volvieron al sitio afuera del teatro donde estaban detenidos inicialmente pues, tanto el ruido del evento como las voces de las personas, no les permitían estar menos tensos. Los minutos corrían tan rápido que parecían ser milisegundos, no sabiendo realmente cuánto tiempo llevaban en el mismo lugar sin tener noticias positivas manteniéndose tan solo a la espera.

Las personas les pasaban por un lado yendo y viniendo del infame show del anfiteatro el cual era el espectáculo oficial de un conocido programa televisivo infantil. Kanon los observó con más detalle entendiendo porque Owen había querido verlos más de cerca pues, aquel show televisivo era de sus favoritos según recordaba, surgiendole la duda del por qué no les pidió llevarlo a ver el evento, ¿por qué habría pensado en soltar la mano de su padre para curiosear por su cuenta?