IX: Diverso Amor.

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Capítulo 9: Diverso Amor.

La suave briza que recorrió la habitación, hizo que la llama de las velas encendidas danzaran unos cortos segundos, irradiando con su luz cálida un saludo a quién se acercaba hacia dónde se ubicaban.

Su brillo se reflejó en un par de ocelos color negro, que desprendían una ligera aura de tristeza y cansancio cuando visualizaron los carácteres que formaban el grabado nombre de un viejo amigo que no había olvidado.
Sonrió poco cuando lo leyó, casi como un atisbo de saludo que completó reverenciando con sumo respeto, inclinando la cabeza y formalizando su postura.

Xin tomó de las finas varas de incienso y encendió una con ayuda de las velas, consiguiente a ello, arrodillándose despacio hizo un pequeño dibujo en el aire para luego ofrecer sus deseos ante serena paz hacia la memoria de a quién venía a ver.

―Ha... pasado un tiempo desde la última vez que vine. ―Dijo despacio, notándose su timidez al no saber muy bien el cómo expresarse ante a quién le hablaba.

Xin veía aquel retrato plasmado en el marco, la tinta decorando con suma delicadeza en pinceladas bien distribuidas, con los colores vivaces que le dejaban reconocer el rostro de su
mejor amigo y compañero de armas.

Min SeongGi estando grabado en la pintura del altar, su expresión serena y calmada fue como un saludo para Ha Sung, quién sólo le miraba con pena y al mismo tiempo con nostalgia,
demostrando lo mucho que ver esa cara familiar y tan lejana ahora le hacía falta.

Juraría que necesitaba a su amigo ahí con él, pero la realidad era distinta a lo que sus recuerdos le dejaban en claro. No estaba ahí, lo sabía, pero al mismo tiempo sentía que en ese lugar podría
desahogarse de la presión de emociones dentro su corazón.

―Lo lamento.―Atisbó a decir primero, mirando arrodillado entre los futones el retrato del Alfa fallecido.

Ha Sung no encontraba del todo las palabras correctas para espicificar cómo debería disculparse y por dónde empezar a explicarse. Aunque deseara muy en el fondo oír la voz del hombre en la pintura comentarle que se tomara su tiempo para hablar, Ha Sung tomó la decisión de asimilar lo ocurrido, hecho y provocado de su parte. Cerró sus ojos con pesar y asintió bajando la cabeza apenado, confesando:― Tu Omega tuvo razón al decir aquello, aunque pasen los años no podré tolerar éste rencor ni podré apaciguar el odio como si fuese fácil tal cual como decirlo.

La voz le tembló un poco y sintió un ligero dolor en su cabeza al contener la sensación de llanto que le atormentaba ahora. Ha Sung reconocía que había hecho mal, y también aceptaba que su conducta no fue la mejor ni la correcta, pero aún así no desaparecía el sentimiento que por años ha oprimido y el cual deseaba salir de una vez por todas.

Y no quería admitirlo ahí ni en ese momento bajo las circunstancias impuestas, no quería porque sentía que se estaba volviendo más débil si lo hacía. Pero muy a su pesar, los recuerdos y el rencor, siendo aliados y catalizadores de su accionar no se lo dejaban pasar con facilidad.

―No es fácil ésto que está pasando y... no puedo mantenerme sereno como solía hacerlo para llevar un buen control. ―Comentó mirando el suelo, uniendo sus manos sobre su regazo,
frotando los guantes de cuero negro que las cubrían.

"Amigo mío, yo...". No era muy propio de su parte el decir las cosas con presunta confianza o seguridad; de hecho le era más complicado al saber que con quién hablaba no le daría una respuesta, pero siendo honesto consigo mismo Ha Sung no tenía a quién más acudir quién no fuese el propio SeongGi. Aunque no estuviera ahí con él, se dejó llevar por el desahogo, reconociendo que tanto Min como la criatura en su interior le dirían con amabilidad:

⊰∙∘"Yo... te recuerdo"⌑˙•˚ [M.YG] {A.A}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora