𝙄 𝙒𝘼𝙉𝙏 𝙏𝙊 𝘽𝙍𝙀𝘼𝙆 𝙁𝙍𝙀𝙀 || ❝Nunca voy a entender como pude quererte en tan poco tiempo.❞
── Todo el mundo lo fichaba como un rarito.
Y nadie podía negarlo, lo era. Gracias a eso,
Eddie Munson creció creyendo que...
𝐏𝐀𝐑𝐓𝐎𝐍𝐄 ════════════════════ 「a little bit of chemistry 」
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MARZO 21 - 1986
➜ Abre la puerta del baño con lentitud, mirando cuidadosamente sus uñas, estás estaban algo desalineadas, por lo que ya sabía que iba a hacer esa tarde luego de la escuela.
Levanta su mirada para dirigirse a los lavamanos, y a su sorpresa, se encuentra con el chico que llevaba moviendo su mundo desde hace unas semanas atrás.
—Mierda, Eddie.— Algo asustada y desconcertada, pone una de sus manos en su pecho, mostrando confusión por la situación. —¿Qué coño estás haciendo aquí?
—Quería saludarte.— Contesta con tranquilidad, como si fuera completamente normal encontrarlo ahí.
El hombre se acerca a la mujer para tomarla de espalda por las caderas mientras esta se lava las manos en unos segundos, intentando poner de lado los nervios que el peli-negro le provocaba.
—Notas que estás en el baño de mujeres, ¿verdad?— Cuestiona cuando siente su cuerpo acercarse al de ella, presionando levemente.
No era raro que Eddie hiciera algo como eso, es más, últimamente, era lo único que hacía. Sorprenderla en algún lugar para follar y luego así, poder seguir con su día normalmente.
Ya era costumbre para los dos, aunque eso no evitaba que estuvieran en el lugar más visitado de toda la escuela. El baño de mujeres. Era cierto que no solían preocuparse por ese tipo de cosas, pero si alguien entraba y le decía a algún titular sobre la situación, o el simple hecho de que el peli-negro estaba donde no debía, se meterían en un enorme problema.
—Munson.— Llama su atención cuando siente sus labios dejar suaves besos en su cuello. Él sabía perfectamente lo que estaba haciendo y el poder que tenía sobre ella cuando hacía eso. —Estoy hablando en serio.— Aún sintiendo escalofríos bajar por su espalda, se voltea para enfrentarlo y así al menos, no sentirse tan vulnerable ante él.
—¿Qué?— Pregunta inocentemente, llegando a ser convincente para alguien que no lo conociera.
—Tengo examen de química.— Dice a unos pocos centímetros del rostro del chico, conteniendo sus ganas de besarlo y continuar con lo que había empezado.
—Vamos, D, sé buena conmigo.— Su voz seductora le pone los pelos de punta, mucho más cuando aprieta el agarre en sus cadera y la pega más a él. —Prometo no demorarme.
—Nunca lo haces.
La castaña ríe ante el rostro del peli-negro, consiguiendo una leve sonrisa por parte de él luego de verla sonreír. —Eso dolió.
