VIII

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|Nunca sabes que peleas libran las demás personas |

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|Nunca sabes que peleas libran las demás personas |




Sintió como el agua helada la despertaba por completo, le quitaba el poco sueño que tenía y le limpiaba las mascas de saliva que tenía, tomo la toalla que estaba alado de ella y se limpió la cara. No pudo ver si sus ojos estaban dilatados o la cara de póker que tenía en esos momentos, ella no tenía ningún espejo desde ese día, desde ese horrendo día que marco su destino y la empujo a tomar las sesiones que hoy en día formaban a esa nueva persona, se sumergió un poco en esas lagunas y se dejó llevar brevemente por esos recuerdos ya fragmentados que aún conservaba (Los que no dejo que Strange le quitara al 100% de su memoria).

-  Esa es la cara de una asesina  -

La frase se repetía en su cabeza como un pitido o un zumbido constantemente, uno del cual no podia escapar y no queria. Sintió como sus orejas zumbaban y se llevó ambas manos a estas tratando inútilmente de hacer que el sonido se fuera como un mal recuerdo, sus rodillas terminaron cediendo y cayó como un ruido sordo al piso, no le importo sentir el ardor en ellas solo queria que el sonido se fuera y dejada de atosigarla.

- Belova  la voz áspera y varonil de alguien sonó mas como un susurro lejano -Belova . . . - la llamaba tantas veces, pero no sabía esa persona que solo la alejaba más al recordar otra voz de alguien también llamándola con su apellido - ¡ Yelena

Unos brazos fuertes la sacaron de su trance y por simple inercia, tomo el brazo de aquel hombre y lo giro sobre si aplicándole una llave, lo estrelló con las paredes del castillo y saco una pequeña navaja. Su respiración era agitada y miles de recuerdos la volvieron a inundar, la voz que antes era un eco se hacía más visible y ya podia entenderla con claridad, parpadeo varias veces aclarando su visión (no se dio cuenta de que estaba nublada) y miro al hombre que tenía como prisionero.

- Lo siento mucho, en verdad - lo soltó rápidamente y la navaja cayó al suelo

El pocionista la miro sin ninguna expresión y solo se limitó a acomodarse las ropas que por el ataque se desacomodaron, resoplo un poco para el -No es nada Belova, venía a decirte que Albus quiere que tú y tu amiguito vallan a la sala de juntas 

No le dio tiempo de contestar algo y salió ondeando como siempre su capa, la rubia miro por donde se fue y sin nada más que hacer se agacho para recoger la navaja que había en el piso. Tendría que disculparse apropiadamente con el después.

- Genial acabo de espantar a otro posible pretendiente, bien hecho Belova. Brillante -casi soltó como siseo aquello, pero no le aria para nada bien a ella.

¡ Hermosa Mentira !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora