A la mañana siguiente, Idunn se levantó muy temprano para arreglarse. Normalmente lo hacía horas después de que su padre y sus hermanos hubieran partido hacia las montañas. Sin embargo, esta vez se levantó a la misma hora que ellos. Todos estaban francamente sorprendidos. La más sorprendida fue Erika, cuya puerta de la habitación fue abierta por Idunn, mientras ella se estaba vistiendo.
-¡Buenos días, hermanita! ¿Puedo pas...?
-¡NO! —Gritó Erika, cerrando la puerta. -¡Espera un momento, Idunn! Aún no estoy lista.
-Está bien, esperaré. —Contestó Idunn desde el pasillo.- Pero no sé a qué viene querer tanta intimidad. Hasta hace unos años compartíamos aposentos.
Erika tardó unos minutos en estar presentable, preparada ya con el anorak gris y algo desgastado que se llevaba cada día al fiordo congelado.
-Venga, ya puedes pasar. —Erika abrió el pomo de la puerta y echó una rápida ojeada a su hermana.- ¿Pero todavía sigues en pijama?
Efectivamente, Idunn se había presentado en su puerta sin peinar, con una nube de cabello castaño alrededor de su cabeza, además de con su pijama, rosa oscuro con un lazo violeta en la cintura.
-Sí, bueno... ¿Qué esperabas? —Dijo, entrando en la habitación y dirigiéndose directamente al armario, abriéndolo de par en par, sin mirar a su hermana siquiera.- Es temprano y yo no voy a ninguna parte todavía. Oye, ¿dónde está tu vestido rosa?
-Todavía está recuperándose de la última vez que te lo pusiste. —Contestó Erika, encogiendo los hombros y soltando una risita.
Entonces Idunn comenzó a rebuscar como loca, lanzando algunas prendas y zapatos que encontraba por medio a su espalda. Uno de los zapatos rebotó en una pared, casi golpeando a Erika en la cara.
-¡Ups! ¡Lo siento!
-Por favor, no me lo desordenes todo... -Suplicó Erika, esquivando otro zapato.
-¡Uuuh! ¿Qué te parece éste para quedar con Klaus? —Preguntó Idunn, sacando un vestido con unos extraños estampados de rombos amarillos.
Erika negó con la cabeza, mientras recogía alguna de las prendas que había esparcido Idunn por el suelo.
-Si te pones esto, seguro que lo espantas.
-¡Uuuh! ¿Y éste? —Volvió a preguntar, sacando un vestido naranja chillón, excesivamente pomposo y abombado.- Esto seguro que me hace tener más caderas. Caderas por aquí, caderas por allá... -Canturreó.
Esta vez Erika rió con más fuerza, pero se obligó a mantener la compostura, carraspeando.
-No te pongas eso, es horrible.
-¿Y por qué tienes tantos vestidos que no te gustan?
-Me los regaló el... Archiduque de no sé dónde. No me queda más remedio.
-¡Uh! ¡Ahora sí! ¡He encontrado uno perfecto! —Sacó uno de color verde aguamarina, uno de los pocos que había sin estampados florales, sino con ondulaciones, de mangas largas. Siguió rebuscando hasta encontrar unas botas blancas con detalles en color dorado.
-Ah, no, no, no. —Dijo Erika, quitándole las botas de la mano y poniéndolas en el suelo. — El vestido vale, pero las botas no. Esas botas son nuevas, no te las voy a dejar.
-Pero... Yo no tengo zapatos que combinen con este vestido. Bueno, tenía, pero se estropearon.
-Eso te pasa por andar por ahí haciendo el tonto... -Le reprochó.
-No voy haciendo el tonto... Soy apasionada. —Dijo, sacando la lengua.
-Ah... -Erika exhaló un suspiro, entornando los ojos. Colocó sus manos en los hombros de Idunn, para guiarla de tal manera que ambas acabaron delante de un espejo, Idunn delante y Erika detrás de ella.- Idunn, dime una cosa. ¿Cuándo vas a crecer y a empezar a usar la cabeza?
![](https://img.wattpad.com/cover/37145556-288-k231690.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Frozen Fractals (Segunda Temporada)
FanfictionContinuación de la Primera Temporada del fanfic Frozen Fractals.