FIESTA Y RESACA

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CAPÍTULO II

¿Que cuando termine encima de una mesa cantando a todo pulmón? No lo sé, solo se que Connor y Dereck están a mi lado haciendo las mismas idioteces que yo.

—¡There's nothing holden my back! ¡Turu turu!— gritamos la letra de la canción de Shawn Mendes, ni siquiera sabía que Connor se la sabía.

Bebo un largo sorbo de la botella de Ginebra como si fuera agua, ya no me quema la garganta... sabe bien, me rio cuando Dereck casi se cae y Has lo regaña diciendo que baje.

—¡Pareces tú el graduado!— lo reprende y nos reímos a grandes carcajadas.

Bajamos de la mesa como podemos y empezamos a bailar a nuestra bola, por que ni siquiera le hacemos caso al ritmo de la música, siento las manos de Connor en mi cintura, su cuerpo pegado a mi espalda.

Me sigo moviendo esta vez haciendo caso a la música, el aliento de Connor choca con mi cuello para acto seguido dejar un beso húmedo.

El vago olor de miel me llena la nariz, y en lo primero que pienso es en esos ojos como miel y tormenta.

—Ian.— jadeo cerrando los ojos mientras mi cuerpo reacciona a las caricias del rubio.

—¿Ian?— pregunta separándose de mí y caigo en cuenta de lo que acaba de pasar, demasiado alcohol.

—Dios, yo... perdón, demasiado alcohol— digo avergonzada levantando la botella casi vacía de mi mano.

—Siempre lo mismo.— gruñe dándose la vuelta furioso, le cojo de la muñeca.

—No te pongas así, fue un error.— digo

—¿Lo olvidarás?— pregunta con sus ojos caramelo fijos en los míos de color marrón oscuro.

—Le odio.— gruño y el rubio me mira entre confuso pero con un brillo en sus ojos... siempre he sabido sus intenciones conmigo, pero se lo he dejado claro y se supone que él lo comprende, pero no se rinde.

Y digamos que no ayuda a olvidarme de Ian cuando tiene el pelo rubio... no tiene el arito de metal, no tiene tatuajes y su cuerpo ejercitado no se compara al de Ian, su cabello rubio es demasiado claro y su olor.. su olor no es de miel, su tacto no me produce electricidad y sus manos no emanan ese calorcito que amaba.

¿Por que lo compras, idiota?
Lo extraño..
Puto alcohol...

Debería haberlo superado hace mucho, pero tengo alguna de sus sudaderas que le robe en el armario, tengo su regalo en la esquina de mi habitación, tengo fotos en mi móvil junto a él, esas fotos que hacía sin que yo me diese cuenta, tengo insomnio porque no siento su calor en mi espalda y soy gilipollas por no odiarlo pese a que me haya engañado y mentido. ¡Estaba comprometido! ¡Joder!

La cabeza me da vueltas pero solo empujó a Connor y tiro la botella a una mesa cualquiera, entro al baño y mojo mis manos para luego pasarlas por mi cara, menos mal no soy de las que lleva maquillaje.

Me miro al espejo, ojos marrones oscuros, pelo negro azabache hasta debajo de los pechos, un arito de metal en el medio de mi nariz, labios un poco carnosos y cejas ni finas ni anchas. Me quedo mirando fijamente mis ojos, el alcohol me afecta haciendo que mi reflejo se vea un poco raro. Y bajo la mirada para mirar mis zapatillas.... Me quedo allí perdida en mis pensamientos, hasta que un recuerdo llega a mi mente.

"—Wolf, eres la primera que ve en realidad como soy... ni siquiera mi ex logro hacerme sentir lo que tú me haces sentir... me haces olvidar el caos interior que tengo.— dice mirándome con esos ojos que tanto adoro.
—Me haces olvidar de mi caos interior...— digo en respuesta.
—Nuestros caos interiores se complementan—dice con una sonrisa de lado.
—Me enamore, Macolley.— susurro poniéndome mi mano en su mejilla.
—¿Que?— pregunta y me quiebro un poco al ver su cara de terror.
—Me enamore de ti, joder, me enamore de todo lo tuyo, me enamore de tus imperfecciones, de tus errores, por que me enamore de ti.— digo frustrada
—¿Estas segura?—pregubta
—¿Que si estoy segura? Lo he aceptado Antea de entregarme a ti, pero este sentimiento estaba desde que te conocí. Creo q eh estoy lo suficientemente segura.— digo con un tono fuerte.
—Creí que era el único loco por ti.— dice para mi gran sorpresa, luego siento sus manos acunando mi rostro y sus suaves labios sobre los míos."

Deja de pensar, olvídalo, deja de pensar.

Me paso la mano por el pelo y salgo del baño, me encuentro a Connor que según me ve se acerca.

—¿Estas bien? Parecías aturdida— pregunta

—Yo estoy bien, pero son las 3 pasadas y quiero irme a casa, tú creo que irás también, son las 3 pasadas y no te dejaré ir así— lo señalo de arriba a abajo.

—Busquemos a tu hermano que parece de 15 años– se burla y le doy un codazo, lo encontramos junto a la puerta con Has, lo sacamos de allí, paso uno de sus brazos por mi hombro y Has el otro mientras Connor recoge nuestras cosas.

Vamos a la camioneta donde nos espera un Jon dormido en la parte de atrás, ha dejado el alcohol completamente así que no se quería tentar, todavía no quiere ver botellas de alcohol, cree que recaería pero yo creo que está lo suficientemente fuerte para resistirse

Has se pone al volante mientras yo con cuidado dejo a Dereck junto a Jon y yo al lado, mientras Connor se sube delante con Has.

Nos llevan a casa y yo me tiro en mi cama quedando profundamente dormida al tocar la almohada.

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—Mierda, mierda, mierda...— me levanto tocándome la cabeza, un gran dolor me inunda, me levanto como puedo fastidiada por la luz y por cualquier leve ruido.

Voy a la cocina donde están todos despiertos, busco una patilla y un vaso de agua para beberla de un solo trago.

—Como se nota que sois familia— dice Connor y le fulmino con la mirada por hablar al igual que hace Dereck que está con la cabeza en la encimera con la misma cara que tengo yo.

Me pongo a su lado y lo imitó poniendo mi cabeza en la fría encimera.

—Recuérdame no tomarme una botella entera, la próxima.— me dice Dereck

—Recuérdame que no me deje influenciar de ti—respondo

—Hecho— dice

—Hecho— repito con los ojos cerrados.

NEGRO AZABACHE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora