—Lo lamento, hombre, de verdad.
Davo observaba el atardecer que caía reflejando el paso de un nuevo día. Debería ser una día feliz, debería estar celebrando por un proyecto único, uno que daría que hablar a más de uno y que tenía más que contentos a Massimo y Phillip, sus clientes.
Günter se acercó al hombre que había preferido estar solo, incluso le había pedido a Matthias que lo dejara en paz, tratándolo muy mal. Un hecho que no tendría que haber ocurrido. Davo sabía muy bien que se había equivocado, sin embargo, la desilusión a veces nos lleva a actuar como imbéciles, y eso es justamente lo que había ocurrido.
—Nunca me apoyó en nada de lo que emprendí—recordó—. Ni una palabra de aliento. Cuando era joven siempre esperé un gesto de amabilidad.
—De todos modos, creo que esto excede todos los límites—. Davo tenía tanta rabia, sentía que su maxilar se quebraría en cualquier momento de lo tensado que lo tenía.
—Debería llamarla, decirle tantas cosas, pero ¿qué sentido tendría?
—No es conveniente—Gunther lo contuvo. Ahora que ambos estaban solos podían hablar sin tapujos—. Sabes cómo es ella, si quiere demandarte usará tu maltrato a su favor.
— Es que necesito saber por qué, el motivo por el cual está empeñada en destruirme del mismo modo que mi exesposo. Lo entendería si alguna vez me hubiera portada de manera incorrecta con ellos, pero eso jamás pasó. Siempre estuve para mi familia, incluso cuando no lo merecían.
—Todo a su tiempo—replicó el arquitecto—. Quizás, ahora, te parece lo peor del mundo, sin embargo, hay momentos, en que algunas personas muestran su rostro y nos dan la fuerza para alejarnos y comenzar a vivir de verdad.
—Tengo tanto dolor, amigo—.Davo dio un suspiro de tristeza.
—Debes aprender a canalizarlo correctamente y no desquitarte con la gente que te quiere de verdad y solo busca ayudarte. Personas que darían lo que fuera por verte contento.
—Lo dices por Matthias.
—Es claro que se quieren mucho. Dime, ¿por qué lo trataste así? ¿Por personas que no valen la pena y mucho menos el esfuerzo?
Davo se puso de pie y caminó de un lado a otro, si vista fija en el piso, ni siquiera pestañeaba.
—Tengo que hablar con mi abogado.
—Sí, es sería lo mejor antes de cometer una locura y matar a tu madre y a tu ex.
—Primero debo arreglar las cosas con mi novio.
—Bien, ahora te escuchas como el Davo al que estoy acostumbrado.
Davo sonrió y negó. Gunter se puso de pie y caminó hacia él.
—Ya sabemos quien está detrás de todo, ya no hay mentiras ocultas. Es hora de trabajar dando lo mejor. Quiero escuchar la opinión de Will sobre lo que se ha hecho y el modo en el cual espera continuar.
—¿Cómo lo haces?
—¿Qué cosa?
—Hablar con él después de su humillación.
—Te recuerdo que tu lo trajiste.
—Sí, es la única opción que estaba a la altura, aun así, jamás pusiste límites o reglas sobre quien contratar.
—Davo—explicó el hombre—, Will era un pobre cobarde con dinero, ni más ni menos. No actuó por medio a su familia. Igual, no te creas, por mucho tiempo estuve muy dolido y rogué que volviera a mí, a veces, incluso soñaba que me buscaba y las cosas volvían a ser felices como cuando lo tenía en mis brazos. Con el tiempo, me di cuenta de que la gente no cambia, somos nosotros los que debemos cambiar, eso es amor propio. Y así, de una día para otro las piezas de mi corazón comenzaron a regresar a su lugar. Mis estudios, mi trabajo, mi hermano fueron los motores que me impulsaron. Nunca renegaría de ellos. Y así, un día también encontré a un ser maravilloso y sin inhibiciones que me mostró que el amor no tiene límites y siempre lo podemos transformar.
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¿Un nuevo amor? ¡Ni loco! Libro 1 T. L.A (+18)
RomanceUno no se enamora de su verdugo y mucho menos de los imbéciles que te complican la vida, ¿verdad? Porque eso solo les pasa a los idiotas ¿cierto? Al menos, eso es lo que Mathias Freeman quiere creer. Mathias es un joven de 20 años que ingresa como a...