VI

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[Adara]



Respiro profundamente, contengo el aire en mis pulmones y me concentro en atraer el viento a la palma de mis manos. Desde que presencié la lucha de Fleury contra Yaro, me he sentido motivada por mejorar mis habilidades y estar al nivel de mis amigos. Aunque ellos no saben que los considero de ese modo, pero la manera en la que me han defendido de los otros estudiantes de Brandryliax hace que les tenga un gran aprecio, los aprecio tanto como a mi familia adoptiva y haría lo mismo por defender a cualquiera de ellos.

Kineo me dijo una vez durante la incursión que para dominar el wunderment del viento era necesario manejar emociones fuertes como la ira o el odio si quería conseguir el control absoluto del aircontrol, desde entonces he evocado esos pensamientos que me llenen de esa sensación de rabia, me ha ayudado un poco a mantener bajo control el viento, pero por un corto límite de tiempo y eso no es suficiente si quiero perfeccionar las palmas ventosas.

En lo que va de este día, me he sujetado fervientemente al consejo de Kineo, buscando así un avance en el dominio de la técnica, sin embargo, un acontecimiento ocurrido ayer por la noche no me ha permitido concentrarme en mi entrenamiento y ha puesto en tela de juicio lo recomendado por Kineo en cuanto a evocar sentimientos fuertes para mejorar el control del wunderment del viento, ya que la ira que siento ahora hacia esa persona supera la que sentía antes hacia Karsten.

Luego del enfrentamiento de Fleury contra Yaro me dediqué a entrenar arduamente, esa misma tarde, Kineo y yo nos quedamos esperando a la nobleza de Borderthland, más no hizo acto de presencia por el bosque, lo cual me desilusionó un poco ya que tenía pensado pedirle que me enseñara a luchar con armas así como ella lo hizo en la contienda de esa mañana. Sabía que ya ese día no sería, pero no perdía nada con preguntarle a Kineo si poseía la misma destreza como la castaña con las armas.

—Lamento desilusionarla, lady Adara, pero la verdad, es que mi destreza con las armas cuerpo a cuerpo no es tan buenas como la de lady Fleury —confirmó—. Sin embargo, tengo destreza con otro tipo de armas si desea que le enseñe...

—¡Tuviste que verla! ¡Fue increíble! —aclamé—. Por un momento pensé que la decapitarían, pero luego le arrojó su espada y saltó al mismo tiempo de haberla lanzado para ubicarse por encima de ese odioso de Yaro y ¡zas! Pateó tan fuerte la parte posterior de su cabeza que hizo que su rostro se estrellara contra el suelo.

—Sí, debió haber sido alucinante —soltó una risa tímida y dejó su cabeza cabizbaja—. Lamento no ser tan genial como lady Fleury, lady Adara.

—¡Ay no, lo siento, Kineo! No fue mi intención menospreciarte o hacerte sentir mal, aprecio muchísimo todo el esfuerzo y el tiempo que me has dedicado —Me acerqué a él y coloqué mi mano sobre su hombro para levantarle el ánimo, él solo me dedicó una media sonrisa—. Estoy muy avergonzada porque de seguro tú tienes que entrenar de igual modo y yo estoy acá hablando de las hazañas de otro noble en vez de valorar tu preciado tiempo.

Kineo solo asintió y se alejó de mí, estuve a punto de seguirlo para disculparme por haberlo hecho sentir mal, antes de llegar a él, una ráfaga de viento me sacudió, para cuando abrí los ojos, Kineo estaba a metros de distancias de mí, pero ya no me estaba dando la espalda, sino que estaba de frente a mí, con una mano delante de él, y la otra estaba en su espalda, su postura era elegante, sus piernas estaban pegadas, sin flexionar, rectas en su totalidad. Era una posición de combate algo inusual a las que había visto en otros combatientes, a diferencia de la de Fleury, donde su cuerpo indicaba que atacaría en cualquier momento, la de Kineo era indescifrable, era más una postura analítica, se podía decir que iba a atacar en cualquier momento, o que esperaba a ser atacado para poder anticipar los movimientos de su adversario. De lo que estaba segura, era que Kineo estudiaba a sus adversarios con esa postura, con la cual se mostraba totalmente placido.

Linaje Bastardo (N.H #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora