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[Adara]



No creí que volvería a repetir esta etapa en mi vida, es similar a como cuando estuve en el castillo de Falondrall, con la gran diferencia de que ahora no es el aquocontrol lo que intento dominar, sino el aircontrol; debo confesar que es mucho más difícil que controlar el agua, de allí su naturaleza agresiva, no se deja dominar tan fácil.

La técnica que me está enseñando Kineo son las palmas ventosas, es la técnica básica de los nobles de Windrinka, pero allí queda, en esa absurda palabra, básica, porque para mí no tiene nada de básico. La técnica consiste en atraer el viento a las palmas de mis manos y mantenerlo allí girando, como una especie de torbellino plano que no se expande, que circula frente a ellas.

Puedo atraer el viento a mis manos, más me cuesta mantenerlo allí girando, es tal cual como tener las riendas de un caballo belicoso, que hala y hala para evitar ser domado; el viento se desata luego de estar unos segundos en mis manos. No he llegado a dominar ni el cinco por ciento de la técnica, ya que las palmas ventosas son un movimiento ofensivo de corto alcance, el cual consiste en asestar fuertes palmadas al rival, al mismo tiempo que los torbellinos entran en contacto con el adversario para ocasionar un daño más contundente, al punto que podría romper un hueso si se logra asestar un fuerte golpe, y más si la presión del aire es lo suficientemente alta cuando éste estalla luego de dar un palmazo. Sin embargo, lo básico de la técnica es contener el aire en las palmas y eso es lo que no puedo lograr, soy una inútil.

—Lady Adara, sé que usted puede lograrlo, hagamos otro intento.

Kineo me extiende su mano para que pueda levantarme. Otro recuerdo viene a mí, Karsten levantándome reiteradas veces del suelo cada vez que me tumbaba con una aquoesfera. Para mi suerte, Kineo posee una paciencia envidiable para enseñar, si yo fuera él, desde los primeros treinta minutos ya me hubiese dado por vencida con mi pupilo.

Karsten no ha dicho ni una sola palabra desde que ha venido a presenciar mi entrenamiento, se la pasa sentando en un tronco tumbado observando y guardando un sepulcral silencio, ningún consejo que debería seguir para mejorar mi habilidad o algún comentario alentador para dar lo mejor de mí, nada, solo calla, dándome una mirada inexpresiva, supongo que no tiene ningún conocimiento sobre el aircontrol y no prefiere opinar al respecto, o sencillamente estoy siendo un total fracaso y prefiere mantener dentro de su mente cualquier comentario destructivo, ya que de constructivo no hay nada que se puede resaltar.

—¿Qué tengo que hacer para que dejemos el formalismo a un lado? —pregunto irritada desviando la vista hacia Kineo—. De verdad que me está sacando de quicio que me llames "lady Adara" todo el tiempo cuando te quieres dirigir a mí.

—Se me educó con modales, lady Adara, incluso cuando entablo una conversación con mis semejantes.

—¿El hecho de que hayamos sido compañeros en la incursión no cuenta como boleto de oro para que me hables de tú? —Él niega—. Eso es más fastidioso que tener que soportar el sarcasmo de Fleury.

—Escuché eso.

La castaña se encuentra sentada en el mismo tronco junto a Karsten, ambos alejados de nosotros, hasta yo mantendría una distancia, he soltado un sinfín de vendavales que podrían tumbar a cualquier persona, ya me duele la espalda de las tantas veces que he caído al suelo, Kineo lo que hace es amortiguar las fuertes corrientes de viento con una de las suyas cada que un torbellino estalla en mis manos.

Me preparo de nuevo para contener el aire, debo darme prisa en dominar esta técnica si quiero derrotar a Eider, según lo que me explicó Karsten, tengo una desventaja contra ella, ya que el aquocontrol es vulnerable en contra del tonitrumcontrol, fácilmente me podría electrocutar apenas comience a ejecutar una técnica acuosa, por eso el agua no tendrá protagonismo en esta lucha.

Linaje Bastardo (N.H #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora