Linaje Bastardo (N.H #2)

VII

[Adara]

Ya han transcurrido dos semanas, mi avance es lento, hasta ahora puedo mantener los torbellinos de viento girando sobre mis manos por un lapso de dos minutos, muchos podrían decir que es más que suficiente para poder asestar un palmazo, pero la verdad es que no, mi coordinación es pésima, ya que al querer evitar que los torbellinos estallen, no me puedo mover con libertad, Kineo dice que es más de entrenar mi sincronía, que no me desespere, pero sí que lo hago, solo quedan menos de dos semanas para que se dé inicio al torneo y yo aún no puedo dar un paso sin que mi aircontrol se descontrole.

Me reclino hasta colocar las manos sobre mis rodillas, necesito respirar, estoy agotada, cada célula de mi cuerpo me pide un descanso, he entrenado sin parar desde que vi mi nombre y el de Eider en aquella pantalla, gracias a eso, ahora tengo nuevos episodios en mis pesadillas, donde soy electrocutada, o como un rayo me atraviesa el corazón, no he querido pensar en ello, pero a medida que el torneo se acerca, es más difícil ignorarlo.

Hago lo mejor que puedo para evitar desmotivarme, pero con cada día que pasa y no veo grandes avances, no hago más que pensar negativamente, Fleury me ha reprimido un montón de veces, que si sigo viéndole el lado negativo a todo, cualquier plan que me proponga saldrá mal. Es fácil decirlo cuando ella es una prodigio para el combate, tanto con armas como con su wunderment; aunque debo resaltar algo positivo de mi entrenamiento con la castaña, he aprendido a como defenderme bien en combate cuerpo a cuerpo, hasta yo me he sorprendido de lo que he avanzado, no he logrado asestarle un puñetazo, pero he aprendido por lo menos a anticipar sus movimientos. Fleury dice que tengo buen ojo para prever por donde vendrán sus ataques, a pesar de que esos ojos me los ha dejado morados en más de una ocasión una vez inicié su entrenamiento.

No he logrado avanzar mucho con la tejedura del viento, no consigo descifrar como hice para ver esos hilos aquella vez que luché contra Kineo y en el libro que me recomendó el peliverde no explica nada al respecto de cómo controlarla. Kineo pensó que enseñarme a dominar la percepción del viento tal vez me ayudaría a descubrir cómo controlar mi nueva habilidad, desde entonces mi entrenamiento se ha vuelto más riguroso y el tiempo no está de mi lado, ya que además de entrenar, también tengo que asistir a las clases y sacar buenas notas, ya que si repruebo una materia, solo tendré una oportunidad para recuperarla o de lo contrario, seré expulsada de Brandryliax, la excelencia es un deber de cada noble para alcanzar la perfección.

Me siento abrumada, por una parte tengo que aprender a dominar el aircontrol, seguir investigando acerca de esta nueva habilidad singular, enfocarme en los estudios, entrenar para evitar ser asesinada en el torneo y no darles el lujo a todos los reinos y la Corte Imperial de Midgadriel que me culpan por la masacre imperial, además que tampoco me he olvidado de mi glaceoncontrol, pero este último tendrá que esperar, no es una prioridad si aún no puedo dominar el wunderment del viento.

—Muy bien lady Adara, ¿dígame si puede percibir esto? —dice Kineo.

Estoy sentada en el suelo con las piernas cruzadas, mis ojos están cerrados, enfocándome así en mis otros cuatros sentidos, escucho una alteración en el rumbo de la corriente del viento que se aproxima a mi derecha, levanto mi mano en esa dirección con rapidez e invoco así una ráfaga para desviar la que el peliverde ha arrojado en mi dirección. Me levanto deprisa aún con los ojos cerrados para luego dar un gran salto hacia atrás impulsando mi cuerpo con la ayuda del viento que he invocado, siento el calor sobre mi piel proveniente de una corriente de aire a una distancia no tan alejada de mí, para cuando abro los ojos, las brasas siguen ardiendo en el pasto, extraigo agua de mi cantimplora y la riego sobre la hierba que se quema.