Esto Duele [GiyuuTan]

11- Comedor de hospital

No sé cuántas veces le he dado vueltas al mismo asunto, creo que definitivamente estoy perdiendo la cabeza de a poco.
He tratado de buscar a la enfermera que me agradeció por encontrar al pequeño niño perdido, pero cada vez que llego, ella no está o está ocupada con algún paciente de emergencia.

- Muchas gracias. - Le respondí a la recepcionista del hospital.

He venido múltiples veces siempre acompañando a Sanemi-san a visitar a su hermano, creo que he aprovechado cada visita.
Otra mala noticia es que la salud del hermano de mi jefe parece empeorar de a poco, está demasiado delgado ya que debido al coma no ingiere alimento alguno por lo cuál tampoco recibe los nutrientes necesarios y su actividad cerebral empieza a ser cada vez más leve... Creo que en el fondo Sanemi-san se está preparando para lo peor y ha estado visitando a Genya casi todos los días durante varias horas, él trata de hablarle, de contarle su día a día y también contar algunos chistes malos de los que solo él entiende...

Siento un poco de pena por él, pero a la vez admiro la fortaleza que muestra pues no le he visto derramar ni una sola lágrima en todo este tiempo.
Es una persona muy fuerte que tiene los pies bien puestos en la tierra, no como yo.

Si yo me encontrará en la misma situación que él, no lo soportaría, Nezuko es todo lo que me queda, ni mi bebé ni mi esposo, solo ella ha sido mi pilar.

- Sanemi-san, si me permite un momento, iré a la cafetería del hospital por una merienda para usted.

Recibí solo una mirada acompañada de una sonrisa, se que él planea verse fuerte, pero en el fondo está sufriendo, tiene miedo de perder a la única familia que tiene, pero no se puede hacer más y sé que eso es llenarme la boca de comida ajena, pero también siento impotencia al no poder hacer nada más que llevar comida y bebida a mi jefe durante su visita.
No conocí a Genya en persona, pero lo poco que he escuchado de Sanemi-san, es que él era un muchacho muy alegre y hasta cierto punto, tierno.

Aunque hubo un tiempo en el que ellos no se llevaron bien, lograron superar sus diferencias y se hicieron inseparables, realmente Genya dependía mucho de Sanemi-san para todo, es obvio, es su hermano mayor y su ejemplo a seguir, ¿Quien no quisiera ser como Sanemi-san? Se vio obligado a madurar rápido al ser el mayor de 5 hermanos pues no quería que alguno de ellos tomara mal ejemplo de él, quería que todos estuvieran orgullosos de sus logros propios.

Sanemi-san, se que Genya está orgulloso de lo que ha logrado con sus propias manos y esfuerzo bruto.
Él estaría feliz de ver la persona en la que se ha convertido, tenga eso por seguro.

- ¿Eres el chico que me ha estado buscando?

Escuché una voz que me sacó de mis pensamientos, estaba de espaldas y fue algo un poco aterrador, que me tocaran el hombro me tomó desprevenido.

- Oh, lo lamento, no fue mi intención asustarte. - Dijo la voz femenina detrás mío.

Suspiré y di media vuelta para poder verla de frente.
Para mi gran sorpresa, se trataba de la enfermera a la que yo estaba buscando desde hace varios días.