•Disaster•

Recuerdos inolvidables

Llego el viernes, y acompañe a bella a la escuela, obviamente ella ya no se sentía perseguida por las miradas que algunos estudiantes le daban por ser nueva, es más, algunos de ellos nos saludaban como si de toda la vida nos conocieran.

Bella entro a su clase de biología y yo comencé a dirigirme a la salida de la escuela sin más. Hace unos días bella me había dicho que Edward Cullen no concurría mucho a la escuela y que era probable de que había dejado los estudios. Intentaba no pensar en ello, pero no conseguía parar del todo la preocupación de que fuera por mi culpa lo de su ausencia, por muy estupido que pudiera parecer.

El primer fin de semana con bella paso sin mas. Charlie no estaba acostumbrado a quedarse en una casa habitualmente vacia, y lo pasaba en el trabajo. Limpie la casa, avance en mis deberes y escribí a mi madre luego de muchos años. El sábado acompañe a bella a la biblioteca, pero el lugar tenia pocos libros, por lo que bella no se molesto en hacerse la tarjeta de socio.

Durante todo el fin de semana cayo una lluvia fina, silenciosa, por lo que pude ir a cazar bien, ya que me encantaba sentir la lluvia en mi cara cuando corría por el oscuro bosque de forks.

El lunes por la mañana, mucha gente nos saludo a mi y a bella en el aparcamiento de la escuela, no recordaba los nombres de la mayoría de personas que nos hablaba pero sonreía y agitaba la mano en forma de saludo.

Deje a bella en su respectiva clase y volvia a casa como todos los dias, era algo aburrido pero por parte me gustaba acompañar a bella a la escuela, me traía recuerdos.

Llegue a la casa y papa estaba afuera con el auto, arreglando las ruedas de esta.

El viento que cruzo por mi cara hizo que me estremezca por el aire frío.

- ¡Vaya! -exclamo papa- de seguro va a nevar.

-Ojalá que no –dije viendo el cielo nublado, el cual ya caía algo de nieve.

- Cierto, no te gusta la nieve, lo olvide. -dijo papa rodando los ojos.

-Te estas equivocando papa, si me gusta la nieve, solo que hace mas frío de lo normal cuando nieva. -dije sin mas.

Charlie rio ante mi comentario y se volteo a mirarme.

-¿Aun te acuerdas que cuando eras pequeña jugabamos a tirarnos bolas de nieve?

Como olvidarlo, es uno de mis mejores recuerdos con charlie

-Claro que me acuerdo papa –dije mientras vagaba en mis recuerdos.

Papa haciendo bolas de nieve y escondiéndose detrás del auto para luego lanzarme uno a la cara y reírse por mi reacción. O cuando luego de jugar con la nieve, papa preparaba chocolate caliente y nos sentábamos frente a la chimenea, es uno de los mejores recuerdos que tengo con el.

Al estar tan metida en mis pensamientos, siento una gran bola húmeda y blanda impactar en mi cara, sacándome de mis pensamientos.
Mire a charlie que seguía arreglando las ruedas de la patrulla. Claramente sabia que había sido el, ya que reía a lo bajo.

Tome en mis manos, lo poco de nieve que había caído y me acerque a charlie sigilosamente y estampe mi mano con nieve en su cara haciéndome reír por su reacción a lo frío de la nieve en su cara.

Charlie se levanto rápidamente del suelo y comenzó a agarrar toda la nieve que podia con sus manos y comenzó una guerra de nieve. Charlie se refugiaba detrás del auto como hace unos años y yo corría a buscar mas nieve. En eso charlie llego tarde para agarrar nieve y quede en frente de el con la bola fría de nieve.

-¡Espera! Me rindo, me rindo. -Dijo charlie levantando sus manos mostrando que no tenia nada en ellas.

Mire a charlie con una sonrisa.

-Que bueno, ya me había cansado –dije mientras estampaba la ultima bola de nieve que tenia en mi mano en su cara.

Nos limpiamos la ropa que estaba con nieve, y charlie me abraza, para luego depositar un beso en mi frente.

-¿Te apetece chocolate caliente? Como en los viejos tiempos. -Dijo con una sonrisa.

Sonreí y puse mi cabeza en su hombro.

-Claro papa, me encantaría.

Charlie acaricio mi cabello y nos adentramos a la casa. Mientras el preparaba el chocolate caliente yo prendía la chimenea.