|2| No puedo apartar los ojos de ti ✔

Capítulo 275: Feo

"Ah, pero si estás realmente cansado, cocinaré una o dos veces. ¡Pero si no es delicioso, no quiero escuchar una palabra de queja tuya!" Jiang Yao amenazó: "¡Si te atreves a quejarte, no esperes que cocine por segunda vez!"

Ante la mirada que ella le estaba enviando, Lu Xingzhi no pudo evitar presionar sus labios contra los de ella. Lo que sea que ella hiciera, incluso si le hubiera agregado arsénico, él lo comería sin dudarlo, ¿cómo podría siquiera pensar en expresar disgusto por eso?

"Hagas lo que hagas, me lo comeré". Lu Xingzhi prometió.

Jiang Yao asintió con la cabeza con satisfacción, y trató de quitárselo de encima. Sin embargo, se aferró aún más a ella, y su enérgico hermano pequeño le estaba tocando el vientre, lo que ella no podía ignorar aunque lo intentara. Por lo tanto, solo podía seguir hablando para distraerse.

"Tendrás que recordarme que compre algunas buenas flores en macetas, como cactus o hiedra del diablo. Colocarlo en casa sería hermoso y agradable a la vista, ¿hay alguno que tenga flores bonitas que puedan crecer bien? Los girasoles también son buenos, si se plantan en el balcón, tal vez narcisos..." Al ver que el hombre sobre ella movía insistentemente sus manos por todo su cuerpo, Jiang Yao se desvaneció lentamente.

Sin embargo, el alguien continuó como si no hubiera nada malo, sus manos aún se movían, e incluso continuó su línea de pensamiento.

"¡Los narcisos son feos! Creo que las flores de frijol se ven mejor, también florece y da frutos, y me gusta comer frijoles. Las flores de fresa también son hermosas y te encanta comer fresas".

"..."

Hable acerca de ser un chovinista.

"¿Estás planeando tener un huerto o un jardín de frutas?" Jiang Yao agarró la mano de Lu Xingzhi que se había estado abriendo paso lentamente debajo de su ropa, mirando al hombre mientras trataba de disuadir sus manos.

"Shh, no seas así. No te he visto en medio mes y solo estoy comprobando si has estado comiendo bien". Lu Xingzhi usó una mano para presionar a esta mujer desobediente, mientras que su otra mano se deslizó debajo de la tela de su vestido, dejando toques ligeros en su suave piel blanca, pellizcando suavemente la suavidad debajo de sus manos.

Como si el vestido fuera un obstáculo molesto, empujó el material hacia arriba con la misma mano, mostrando una mirada de satisfacción en su rostro mientras se sentaba para observarla sin el obstáculo y comentó: "Parece haber crecido un poco más, ¿no es así?".

¡Jiang Yao se había quedado sin palabras por su comportamiento desvergonzado!

Sintiendo la insatisfacción que irradiaba como ondas de su esposa, el descarado hombre volvió a pensar en el tema que estaban discutiendo y continuó la línea nuevamente: "Ya sea un jardín de vegetales o frutas, estoy bien con cualquiera, siempre que lo desees".

Después de que pasaron unos segundos sin ninguna respuesta a sus palabras, levantó la cabeza para mirarla. Jiang Yao se estaba mordiendo el labio, sus ojos eran una chispa de emoción y cariño en ellos. No había rastro de ira o molestia en ellos, y ella seguía mirándolo a la cara.

"Si hemos terminado con el tema, pasemos a otra cosa". Dijo, su voz un poco tensa mientras rápidamente se quitaba las pantuflas y comenzaba a desvestirse.

Jiang Yao se recuperó rápidamente, saliendo de su aturdimiento, "¡No! ¡Todavía es de día y no hay cortinas!"

"Está bien, no hay nadie viviendo en la unidad delantera". Lu Xingzhi se deslizó hacia adelante, sus labios acariciaron la parte exterior de su oreja mientras decía en voz baja: "Tu corazón late tan rápido que no necesitas contenerte tanto".

¡Bárbaro! ¡Salvaje! Cuando estaba en la cama, era como si se transformara en una persona completamente diferente, ¡un chico malo!

"¿Qué dije hace un momento? ¡No te quites la ropa si puedes hacerlo, hmph, me dejarás ver la herida si lo haces!" Jiang Yao sintió una oleada de coraje crecer en ella cuando dijo esto, sus manos se extendieron, no para alejarlo, sino que comenzó a desabotonar su camisa.

Lu Xingzhi detuvo sus acciones por un momento, escuchando el mordisco en sus palabras. No esperaba que ella todavía recordara su lesión en este momento.

Mirando lo orgullosa que estaba con una sonrisa en su rostro, tomó sus manos que desabrochaban los botones de su camisa. Si ella hubiera tomado la iniciativa de desabrocharle la ropa en circunstancias normales, él habría sido feliz incluso en sus sueños.