Capítulo 363: Sin sentido

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Un regaño de la Sra. Lu fue todo lo que necesitó el anestesista para volver a sus sentidos. Comenzó los preparativos para administrar anestesia a Lu Xingzhi.

"Sra. Lu, la operación comenzará pronto, ¿quieres esperar afuera?" La enfermera le preguntó amablemente a Jiang Yao, que parecía frágil y pequeña pero daba miedo y era agresiva.

"Observaré desde el margen; no te molestará. Adelante con la operación". Jiang Yao estaba tranquila y serena en este momento, más que todos los demás. "Hay dos balas. Uno está alojado a tres centímetros de su corazón, el otro..."

Estos fueron los resultados de un escaneo realizado por el Sistema Médico. Jiang Yao casi se atragantó al ver el resto de la evaluación.

"La otra bala rozó el corazón, hiriendo el pericardio, el saco de doble pared que sostiene el corazón, en el proceso. Las dos balas todavía están en su cuerpo".

Toda la sala se quedó en silencio al escuchar la evaluación de Jiang Yao.

"Rozó el corazón y lesionó el pericardio..." El asistente de dirección se sorprendió. "¡No es de extrañar que dijeran que es un milagro que todavía esté vivo!"

Nadie sabía de dónde obtuvo Jiang Yao esta información. Habiéndolo escuchado, miraron al paciente en silencio.

El anestesista alejó su jeringa y preguntó: "¿Entonces seguimos con la operación?"

En otras circunstancias, el paciente habría muerto rápidamente, si no instantáneamente.

Fue un milagro que Lu Xingzhi pudiera aguantar hasta llegar al hospital.

Sabían que era su fuerte voluntad de vivir lo que lo mantenía con vida.

"Sra. Lu, sugiero que dejemos la operación", suspiró el asistente del director. "La tasa de éxito de la operación es cercana a cero, solo sería una tortura incluso si siguiéramos adelante. Al menos todavía podría hablar contigo por unos momentos más".

El ayudante de dirección se había dado por vencido. Una operación como esta solo significaría la muerte rápida del paciente. Una vez que la anestesia haya entrado en el cuerpo, cualquier existencia restante de vida sería eliminada.

"Querida, está bien". Lu Xingzhi quería apretar la mano de Jiang Yao, pero se dio cuenta de que ni siquiera podía hacerlo. Su visión se estaba volviendo borrosa y su conciencia nublada.

El equipo de cirugía salió de la habitación uno tras otro, dejando a la pareja a solas.

La gente que esperaba afuera se horrorizó al ver que los médicos salían suspirando.

"Maestro Liang, las condiciones del Capitán Lu son peores de lo que pensábamos, ninguna cirugía puede traerlo de vuelta". El asistente de dirección exhaló: "Deberías entrar y despedirte".

Hasta ahora, nadie sabía por qué Jiang Yao estaba tan ssegura e las condiciones de Lu Xingzhi. Estaban pensando que tal vez ella ya había recibido el informe de evaluación.









|2| No puedo apartar los ojos de ti ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora