XIV. Cita Doble

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Aquel chico castaño que le había costado mucho trabajo reunir el valor suficiente para invitar a Becky Blackbell a una cita se encontraba esperándola en el parque de diversiones.

Era imponente ver como llegaba una limusina de donde bajaba la joven pelinegra, esperaba que de ella saliera también el Joven Desmond y la señorita Forger, pero no pasó.

Creía que la joven había invitado a sus amigos para evitar hablar con él, pero la jovencita pelinegra se acerco muy entusiasmada y alegre.

Con un vestido azul turquesa llego la hermosa primogenita de los Blackbell.

—Anderson, perdona la demora espero no haberte hecho esperar mucho —  Saludo Becky.

—Señorita Blackbell, no se preocupe no llevo mucho esperando— respondió el Joven intentando controlar sus nervios —Creí que vendría con el Joven Desmond y Forger.

—Oh, por ella no te preocupes Desmond paso por Anya y los veremos aquí — Comentó la pelinegra.

La pelinegra por su parte estaba dispuesta a disfrutar el día con aquel muchacho que con mucho esfuerzo recordó su apellido.
El chico le había agradado, era el primero que no se hacercaba con aires de superioridad ni que le hablaba como si fuese la un premio el cual presumir.

Aunque en una situación ordinaria lo habría rechazado como a los demás, pero agradecía que fuese el primer chico que Desmond vio que se la invitaba a salir...

Pues ya había rechazado a uno que para nada le agrado. Anderson mínimo era amable y su nerviosismo le parecía tierno además de que no era feo.

En ese momento llego una limusina blanca escoltada por 2 camionetas negras.

Si la limusina de los Blackbell había causado curiosidad en el público aquella entrada había había montado un espectáculo.

Las camionetas se estacionaron y el chófer de la limusina de los Desmond bajo para abrir la puerta trasera.

Los guardaespaldas de Anya Forger en total eran 4 pero dos se quedaban en las camionetas y los restantes acompañaban a los jóvenes.

Pero la pelirosa no quería llevar a esas los guaruras por todo el parque , tal vez le funcionaba lo mismo que se hacía cuando iba al parque con los gemelos.

—¿Pueden esperarnos en la entrada?—pregunto la pelirosa con sus mejores ojos de cachorro — Es un parque de diversiónes no quiero ir vigilada a todos lados.

— Tu padre dijo que estuvieramos al pendiente de ti en todo momento —nego la guardaespaldas — por si te llegase a dar un ataque de pánico por la multitud.

Loid había regresado el Jueves para taparse con el nuevo personal de seguridad, a quien deporsi Yor ya les había dado instrucciones específicas para cuidar a sus hijos,  Loid dio instrucciones extra que se le habían pasado a la pelinegra.

Pero después de conocer a Yor ninguno de los Guaruras tenía intenciones de le pasara algo a la joven Forger. Menos ya que sabían que eso sería una sentencia de una muerte lenta y dolorosa.

Damian recordó que Anya no lidiar bien con las multitudes como se le había olvidado.

Pero aun así la Guardaespaldas sintió lástima por la niña y quería que tuviese un día de adolescentes normal.

— Te vijilaremos 5 metros detrás no notarán nuestra presencia. — Tranquilizó la guarura.

—De acuerdo —Dijo la pelirosa entusiasmada tomando el brazo del pelinegro (algo que lo puso nervioso)

—Debiste decir algo respecto a tu fobia cuando Blackbell nos invito Forger — la regaño el pelinegro — Además...

— Tranquilo ya estoy manejando mi fobia de mejor manera Segundo — Dijo entre risas Anya. — Mira allí esta Becky. — Dijo mientras saludaba con la mano libre.

UN CARIÑO COMPLICADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora