El campamento - KatsuDeku

C3

—. ¿Qué quiero hacer para mí futuro? — Repitió a Shoto al sentirlo detrás de él, esperándolo paciente — Quiero conquistar a Kacchan.

Todoroki parpadeo tomado por sorpresa, totalmente confundido.

Así que conquistar. Ya decía el que la relación de esos dos no era normal, desde primer año se venía preguntando que clase de amistad tendrían para soportarse ya que eran tan opuestos que no veía lógico la manera en que estaban tan obsesionados el uno con el otro.

—. ¿Conquistar? — Murmuró, acercándose más — ¿Te gusta Bakugõ?

—. ¡No, no de forma romántica! — Se apresuró en decir meneando las manos con pánico y se volteó para verlo de frente — Me refiero a como amigo, quiero esforzarme por nuestra amistad. Me gustaría mantener a Kacchan en mi vida.

—. ¿Por qué? Te trata mal.

—. No me trata mal, solamente es algo rudo. 

—. Si tú lo dices — Se encogió de hombros y siguió su camino hacia la puerta con su loco amigo pisándole los talones — Vas a necesitar un milagro, Izuku, pero suerte.

Izuku sonrió, caminando hombro a hombro después.

Cuando llegaron al Heights Alliance se apresuró en hacer sus maletas y comenzó a organizar todo para abandonar la habitación. Cuando acabó, tomó su celular y le marcó a All Might solo para contarle. El hombre ya estaba totalmente retirado, ayudaba a Gran Torino constantemente y a veces se paseaba en secreto por la Yuei para saber cómo les iba a todos, normalmente estaba con Tsukauchi y daba discursos motivacionales que eran transmitidos a todo el país, no se sentía abandonado en absoluto. Midoriya y Bakugõ lo contactaban seguido.

Katsuki se fue del Heights Alliance el viernes en cuanto anocheció. Tomó algunas maletas que tenía preparadas para llevárselas de una vez por todas y cerró la habitación con llave. Aún quedaban la mayoría de sus cosas ahí y también lo que llevaría al viaje. Observó con atención la puerta grande, nadie había entrado a su habitación además de él en todos los tres años que estuvo ahí, odiaba que invadieran su privacidad. Ese lugar era su cueva, su lugar seguro, dejarla era...duro. Suspirando caminó por los pasillos vacíos y escucho los ruidos que venían de las otras habitaciones. En la de Kirishima siempre había música altísima, cuándo no eran gritos y los golpes secos de sus puños al costal de box. Además, llevaba seguido a Mina, no había que ser un genio para imaginar porque la música estaba más alta de lo normal cuando ella iba. Shoji no hacía casi nada, solo cuando hablaba consigo mismo se escuchaban los murmullos desde afuera. Aterrador de cierta manera.

Entró al elevador con algo pesado en el pecho, arrugó la cara hacia sí mismo.

—. Patético — Escupió para insultarse.

El elevador fue bajando y entonces paró en el segundo piso. Se tensó.

—. Si, lo sé. Pero quiero disfrutar bien está semana — La inigualable voz suave se coló incluso antes de que se abrieran las puertas — Está bien All Might. Te prometo que no perderé mi entrenamiento — Y ante él apareció un chico pecoso, con el cabello totalmente revuelto y grandes ojos verdes. Izuku se quedó quieto en su lugar, a un paso de entrar en la caja metálica — A-ah, t-te llamo luego — Balbuceó al teléfono antes de colgar.

Torpemente tomó un par de cajas del suelo y se colgó la mochila amarilla, con duda se acomodó a lado del rubio malhumorado y presionó el botón para finalmente bajar. Ambos permanecieron en silencio. Un tenso y largo silencio en lo que sonaba el timbre que avisaba el haber llegado al piso de abajo. El primero en salir disparado fue Katsuki, e Izuku arrepentido fue detrás de él. ¿Cómo iba a conquistar su amistad si ni siquiera le hablaba en el elevador?