C11 (FINAL)

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([@ slbelen_], multimedia ⬆️)

Se separó de Katsuki cuando éste dejó de moverse. Los ojos rojizos lo miraban expectantes y apretaba los labios en un rictus de molestia total. Se mantenía alejando el cuello, con los brazos a cada lado de su cuerpo y recargado en los látigos negros. Izuku parpadeo varias veces, decidiendo dejar su don activo.

—. ¿Ya te gusto? — Murmuró, tímido. Obviamente sin recibir respuesta — Antes de venir a estás vacaciones de regalo, Ochaco-san me preguntó que quería para mí futuro — Empezó, un poco avergonzado — Y yo respondí que...qué quería conquistarte.

El ceño de Katsuki se relajó y expresó uno de incredulidad.

—. ¡N-No de forma romántica! Al menos en ese entonces no creía que de forma romántica. P-Pero desde que me be-besaste, sólo sé cuestionar eso.

—. Ve al grano, nerd.

—. Kacchan, creo que te quiero — Dijo sin más rodeos — Y tal vez desde siempre. Bueno, no desde siempre, antes te odiaba para ser sincero. Solamente solía admirarte. Pero entonces todos tus amigos empezaron a hacerte ver cosas que yo nunca pude, te ayudaron cuando yo nunca supe cómo hacerlo, y empezaste a cambiar y a ser mejor persona. Me da tanta rabia.

—. No me ayu-

—. Lo hicieron, Kacchan, y sé que eres muy orgulloso como para aceptarlo. Viví tu peor etapa y estoy viviendo también la mejor. Quiero seguir viviendo estos cambios a tu lado, como siempre lo he hecho, y no como un rival o un compañero de infancia — Tragó gordo, extremadamente nervioso, sintiendo sudar sus palmas — Quería convencerme de que ese beso había sido un error porque...no quiero arruinar nuestra precaria amistad. No quiero que seas lo suficientemente orgulloso y testarudo para huir de mi por descubrir qu-qu-que puedo gustarte — Se relamió los labios, recorriendo su rostro entero con sus verdosos ojos — No me dejes, Kacchan.

Katsuki se quedó en silencio. La mente rodando dentro de su cerebro y el calor haciendo sudar su cuerpo entero. Estaba confundido, estaba negado a qué Izuku pudiera gustarle de verdad. Siempre lo había odiado, ¿y de repente le gustaba? Podía aceptar que le daba miedo lo buena persona que era Izuku, desde que tiene memoria le ha asustado su heroísmo, ¿pero admitir algo tan serio como que podría llegar a...quererlo?

—. Estás mal — Dijo de golpe — No me quieres y yo tampoco a ti, es la jodida atmósfera — Preparó sus palmas para hacerlas explotar.

Cuando Izuku estaba por hablar, Katsuki tomó las sombras negras y las explotó para soltarse. Fue fácil, entrenaban juntos todo el tiempo, sabía cada debilidad del peliverde. Y lo conocía tanto que ya sabía su próximo movimiento. Izuku se cubría el rostro con las manos porque durante los entrenamientos Katsuki se aseguraba de entorpecer su visión para que agudizara sus demás sentidos al pelear. Y de ahí en adelante fue una lucha de quien conocía más a quien por al menos diez minutos.

Y Katsuki ganó.

Porque él siempre sabía todo sobre Izuku. Lo analizaba más que a cualquiera, le decía todo el tiempo en que estaba mal y cómo podría morir según sus aberturas. Y, eso, no era más que el miedo constante de que realmente llegará a pasar. Casi muere una vez durante su lucha contra Shigaraki, se aseguraría de que eso no volviera a ocurrir. Le diría que tan mal peleaba hasta que no le quedará nada más por decir al respecto.

Y ese hecho le llegó como balde de agua fría, distrayendolo tanto que Izuku logró propinarle una patada hasta tumbarlo al suelo. Eran egresados de la Yuei y la Yuei se encargaba siempre de enseñarles a controlar sus peculiaridades, sobre todo en espacios pequeños, así que todo estaba intacto. Excepto ellos dos, por supuesto.

El campamento - KatsuDekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora