"¡Wei Wuxian fue llevado a los Túmulos Funerarios y torturado personalmente por los Jóvenes Maestros Wen, no sabemos nada más!"
Al ver a aquél guardia Wen en el suelo siendo azotado por Zidian, Lan Wangji no esperó ni un segundo más y fue directamen...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"¡Acéptalo de una buena vez, oh gran Líder Jiang," la burla en la voz de Wen Xu era notoria; tanto así que incluso se notaba la intención de querer reír al hacer una exagerada reverencia con incontables fallas. Apenas alzó la mirada debajo de sus pestañas, Jiang Cheng quiso su cuerpo 50 metros bajo tierra por décima vez "alguien como tú, jamás debió haber subido al trono!"
La respiración de Jiang Wanyin era errática. Sus ojos al igual que todo su rostro destelleaba en ira pura en conjunto a Zidian que en ningún momento dejó de chirriar en la habitación. La luz púrpura brillante era cegadora; incluso Lan Wangji estaba teniendo problemas para seguir el ritmo por este inconveniente al igual que la libertad extrema de Zidian agitándose en el lugar que le impedía acercarse a Wen Xu como quisiera.
Se alejó un par de pasos para saber qué podía hacer. Jiang Wanyin a pesar de que seguía estando controlado por su furia, mejoró su enfoque en Zidian golpeando a Wen Xu y todo lo que estaba a su alrededor arrebatando una gran parte de su terreno, un espacio limitado al que podía apegarse para seguir atacando.
En un momento fugaz regresó la mirada hacia donde estaba Wei Wuxian con Lan Xichen en el suelo.
A pesar de que Wei Wuxian mató al Guaiwu que tanto lo atormentó, igual entró en una especie de trance que hizo a sus piernas temblar. Sabía que Lan Xichen estaba a su lado tratando de calmarlo; no estaba ido, eso era seguro. Pero no podía detener los rápidos latidos de su corazón, su pulso había subido hasta su garganta en una extraña y abrumadora sensación de asfixia.
"Estoy bien, estoy bien..." Se repetía Wei Wuxian a sí mismo con sus manos cubriendo su rostro. Una mano de Lan Xichen acariciaba su espalda de arriba a abajo esperando en silencio. Sus latidos lo dejaron de asfixiar, pero seguían retumbando en sus oídos.
"¿A-Xian?" Lan Xichen mantuvo un tono calmado, aunque preocupado.
Wei Wuxian detuvo una espada que estaba dirigida a la cabeza de Lan Xichen con aquella espesa nube de humo que acaba de matar al Guaiwu frente a ellos. En un instante, pudo regresar el ataque a un guardia Wen que no estaba ahí antes de pie en la entrada. Fue demasiada impresión, el hombre no tuvo ni tiempo de procesar el cambio de trayectoria cuando su cabeza ya había sido cortada.
"Hay más de ellos." Wei Wuxian dijo en voz baja antes de ponerse de pie con prisa y bajar los escalones de la planta del trono. Al llegar al pie de la entrada ignorando el charco de sangre a su lado, se podía apreciar al resto de cultivadores luchando nuevamente con un nuevo grupo de los Wen al pie del palacio. A punto de entrar, pero no les dieron la oportunidad. Un gran estruendo a su espalda lo hizo voltear. Jiang Wanyin había sido lanzado contra una columna destrozandola en escombros por el impacto. Wei Wuxian se apresuró a su lado cuando notó que no volvió a levantarse "¡Jiang Cheng!"
Jiang Cheng detuvo su mano de un golpe cuando quiso ayudarlo. Estaba en el suelo con sangre corriendo desde su frente y un par de gruñidos era todo lo que salía de su boca, pero no lo dejaba acercarse.
