"¡Wei Wuxian fue llevado a los Túmulos Funerarios y torturado personalmente por los Jóvenes Maestros Wen, no sabemos nada más!"
Al ver a aquél guardia Wen en el suelo siendo azotado por Zidian, Lan Wangji no esperó ni un segundo más y fue directamen...
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"¡No me toques!" Wei Wuxian se apartó de Jin Zixun cuando intentó tomarlo del brazo.
Estaba en medio del huracán a esta altura.
Había retado a Jin Zixuan y Jin Zixun justo frente a Madame Jin; pero a pesar de la lamentable confesión y huida de Jin Zixuan a su hermana y las órdenes de Madame Jin tras la confrontación de Jiang Yanli, Jin Zixun seguía siendo un terco.
Alguien que de verdad creía poder vencerlo en una batalla si la oportunidad se presentara.
"¡No creas que por unas simples palabras de mi tía te saliste con la tuya, Wei Wuxian! Porque de todas maneras, ciertos rumores ya han estado circulando por las calles."
El rostro de Wei Wuxian se descolocó completamente de su semblante usual; el aire se tornó pesado, incluso más que hace unos momentos haciendo que las pocas personas que se habían quedado en el lugar comenzaran a dispersarse por el insoportable ambiente que había creado, que incluso temieron quedar contaminados.
Jin Zixun peleaba contra ese instinto de huida.
Antes de hacer algo de lo que probablemente se arrepentirá después, Lan Wangji lo mantuvo detrás de su espalda empuñando a Bichen en su mano, mandando una clara advertencia a Jin Zixun para que mantuviera su distancia. Wei Wuxian tuvo la oportunidad de respirar en ese corto período de tiempo; si estaba afectando a los extraños en el área, entonces, el aire también estaba afectando a Lan Wangji.
"¡Wangji!"
En ese momento, Lan Xichen apareció en el camino acompañado de un grupo de discípulos Jin.
"¿Qué está pasando?" Preguntó el Jin que había sido el encargado de organizar esta cacería; uno de los tantos hijos de Jin Guangshan que logró ser reconocido por su padre por haber estado infiltrado entre las tropas Wen.
Se dice que había uno más como mano derecha de Wen Ruohan, pero con la llegada de Wen Xu a su trono, se deshizo de todo aquél que había sido de utilidad para su padre.
Para empezar de cero, decían algunos.
Lan Wangji no regresó la mirada ante su voz y tampoco prestó atención. Con calma, enfundó a Bichen siendo cauteloso con Jin Zixun; así que fue el turno de Wei Wuxian de hablar.
Wei Wuxian carraspeó su garganta, "Un pequeño contratiempo."
Cuando Lan Wangji se giró a mirar a Lan Xichen, fue únicamente para hacer una reverencia anunciando su salida. En su camino, empujó a Jin Zixun con su hombro.
Wei Wuxian, "¿Oh?, aiya, ¡Lan Zhan!"
"Wei Wuxian." Jiang Cheng había llegado junto a un par de discípulos que lo acompañaban. Claramente, sólo iba de paso hasta que se encontró a tantas personas centradas en un solo lugar, y a Wei Wuxian envuelto con ellas.
