"¡Wei Wuxian fue llevado a los Túmulos Funerarios y torturado personalmente por los Jóvenes Maestros Wen, no sabemos nada más!"
Al ver a aquél guardia Wen en el suelo siendo azotado por Zidian, Lan Wangji no esperó ni un segundo más y fue directamen...
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"¿Has dejado de llorar?" Wen Xu susurró desde atrás en su oído "Es una pena." Caminando de un lado a otro con lentitud Wen Xu desenfundó su espada y Wei Wuxian reaccionó al sonido metálico.
Estaba de rodillas a un lado del trono Wen casi anclado al suelo, incluso si olvidó por un segundo a la bestia detrás de él, alzó la mirada.
Wei Wuxian no creía que fuera a matarlo, pero Wen Xu y una espada en la misma frase siempre era un peligro.
Wen Xu se hincó con lentitud a su lado, por eso, un jadeo ahogado salió desde su garganta cuando jaló su cabello exponiendo su cuello.
Antes de que Wei Wuxian se convenciera que tal vez, esta vez sí lo iba a matar, Wen Xu hundió su nariz entre su hombro y su cuello rozando con suavidad a lo largo. Desde la mandíbula y hasta su hombro cuando deslizó sus túnicas interiores exponiendo hasta su torso.
Wei Wuxian tembló con fuerza cuando un escalofrío cruzó su espalda y quiso alejarse cuando sintió uno de los dedos de Wen Xu pasar por su pezón, pero el gruñido de atrás lo detuvo.
Su tacto fue bajando cada vez más y más y tuvo miedo otra vez. Se dio cuenta que cada vez que intentaba moverse con fuerza el Guaiwu reaccionaba y definitivamente no quería ser un objetivo de tal bestia.
Pero a este punto, entre ser comido por un Guaiwu y tener a Wen Xu a solas, la oferta era demasiado tentadora.
Wei Wuxian se tensó cuando llegó a la cicatriz del transplante de núcleo dorado y hundió sus dedos en ese punto cuando Wen Xu suspiró.
"Parece que tendré que matar a tu hermano por hacerte esto, ¿huh?, también tendré que mantenerte bajo la custodia de perros. Sólo así no peleas. Pero debo decir que es un poco... aburrido." Wei Wuxian jadeó cuando sintió un beso sobre su manzana de Adán y su piel pronto se erizó "Después de que mate a todos allí afuera sólo seremos tú y yo, Wei Ying, ¡piénsalo!" Su mano libre se deslizó sin despegarse de su piel hasta unirse a la otra que mantenía su cabello tensado "Solos tú y yo, en una nueva era. Una nueva vida. Un nuevo... inicio."
La tensión en su cabello desapareció junto a la de su cuello, pero cuando menos se dio cuenta, sintió cosquillas en su nuca y rozando su mandíbula también. Giró a ver a Wen Xu, y entre sus manos había cabello siendo bien apretado sin poder escapar de entre sus dedos.
Por mero instinto las manos de Wei Wuxian se dispararon buscando su propio cabello, y un hueco se abrió en la boca de su estómago junto a un dolor en el pecho cuando sus dedos no pudieron peinar más allá de sus hombros.
"Tú... ¡tú...!"
Wei Wuxian estuvo a punto de lanzarse contra Wen Xu cuando apenas alcanzó a hacerse un ovillo cuando el Guaiwu se cerró sobre él, limitando su libertad entre sus ocho patas peludas y mostrando los dientes goteando de saliva. Había escondido su cabeza entre sus manos y el sentir su cabello de tan corta longitud lo estaba haciendo perder los estribos.