"¡Wei Wuxian fue llevado a los Túmulos Funerarios y torturado personalmente por los Jóvenes Maestros Wen, no sabemos nada más!"
Al ver a aquél guardia Wen en el suelo siendo azotado por Zidian, Lan Wangji no esperó ni un segundo más y fue directamen...
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"...¡Al menos di algo durante el camino! Parece que estás a punto de casarte por un matrimonio arreglado con un anciano." Jiang Cheng giró a ver a Wei Wuxian a su lado... vestido con el extravagante hanfu blanco.
Wei Wuxian le clavó los ojos, listo para desahogar todo lo que ha estado guardando en su trayecto silencioso "Jiang Cheng, estoy montando a caballo escoltado por ti y por nuestros discípulos de camino a Gusu, estás vestido de pies a cabeza pulcra y respetablemete y yo tengo los ropajes funerarios más elegantes que he usado en mi vida; ¡lo único que me recuerda que voy a una ceremonia de hermanos jurados es que no hay ningún lote de por medio! ¡Y no quiero ensuciarme!"
¿Salir del ojo público? ¡Sí, claro! Justo ahora Wei Wuxian parecía un pastel de arroz brillante en medio de un montón de personas vestidas en morado; éste era su segundo día de viaje para llegar a Gusu, el día anterior pasó normal, con su cabello normal y sus ropas normales. Hoy llegará directo a la ceremonia, ¡debía viajar así!
¡Era casi como una joven amante!
"Puede que haya pasado un tiempo desde que pisaste Gusu Lan de una manera decente, ¿pero recuerdas a la gente de Caiyi?" preguntó Jiang Cheng "Son aburridos. Silenciosos. No les importará verte."
"Eso es lo peor, Jiang Cheng. ¡Sus vidas son tan sosas que ver una escena de este calibre les dará de qué hablar por toda una semana! Y sus ojos... ¡sus ojos! ¡los que no hablan tienen ojos que juzgan todo lo que pasa a su alrededor!" dijo Wei Wuxian lloriqueando sobre su caballo. "Mi rostro será aún más recordado que el de los Jades, ¿crees que soporten si les quito el lugar del ranking de cultivadores apuestos?"
"Quisiera decirte que te calles pero yo fui quien te pidió hablar," Jiang Cheng suspiró cansado "el camino a través de Caiyi hasta el pie de la montaña es corto; si el camino está despejado apuraremos el paso de los caballos y nadie te verá y podrás dejar de llorar."
"Wei-Gongzi, ¡cuidado!" Avisó un discípulo desde atrás y Wei Wuxian detuvo el caballo en seco. De hecho, todos se pusieron a la defensiva. Jiang Cheng no tardó en sacar a Zidian y el resto de discípulos prepararon sus arcos a la par buscando en los alrededores a la posible amenaza. Esperaron un momento, pero nada ocurrió y Wei Wuxian volteó a ver al discípulo por respuestas, inquisitivo. "Lo... lo lamento. Su caballo estuvo a punto de salpicar en un charco de lodo y sus mangas casi se manchan."
"¡Aiya! ¿Lo ves, Jiang Cheng?" Wei Wuxian continuó su camino recogiendo sus mangas en el proceso; los otros discípulos, irritados ante una falsa alarma "Parece que tendré que llevar escoltas sólo para que cuiden mi vestuario."
"No te voy a dar a mis discípulos sólo para que puedas ser descuidado libremente. ¡Y ya casi llegamos! Sólo procura mantenerte limpio hasta que termine la ceremonia y después podrás usar lo que quieras..."
