"¡Wei Wuxian fue llevado a los Túmulos Funerarios y torturado personalmente por los Jóvenes Maestros Wen, no sabemos nada más!"
Al ver a aquél guardia Wen en el suelo siendo azotado por Zidian, Lan Wangji no esperó ni un segundo más y fue directamen...
●Este capítulo contiene escenas explícitas de violencia física y sexual, si eres sensible a este tipo de contenido recomiendo saltar las partes que lo contienen, habrá un aviso al principio y al final de las escenas para poder proseguir.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"Wei Wuxian, ¿cómo te atreves a desmayarte justo cuando mi hermano llega?, ¡despierta!" Wen Chao pateó con fuerza el estómago de Wei Wuxian, quien se encontraba tosiendo sangre en el suelo. "¡Saluda como se debe, muéstrale el grato momento por el que estáspasando!" De un chasquido de dedos, fue una orden que recibieron dos de los guardias presentes jalandolo con fuerza de su cabello desordenado, forzando a Wei Wuxian a ponerse en sus rodillas y bajar su cabeza hasta el suelo en una profunda reverencia.
Ya llevaban unas cuantas horas desde que llegaron a los Túmulos Funerarios, horas en las que los discípulos Wen no habían dejado de llenarlo de golpes y cortes por todo su cuerpo, siendo colgado boca abajo desde lo alto de un árbol y dejándolo caer repetidas veces hasta que sintió su vista dar vueltas y la sangre escurriendo de su cabeza, juegos de tiro de arco a ver quién era el que podía hacer más disparos sin matarlo, dejándole heridas en sus hombros, tobillos y muslos cuando las flechas impactaban de lleno, pasar uno por uno para hacerlo comer tierra; literalmente.
Se sentía exhausto. Completamente cansado, débil y sin fuerzas, pero aúnasí, no cedería, no gritaría y no lloraría porque darle a Wen Chao lo que quiere, es algo que nunca podría hacer en su vida.
Por esta razón, Wen Chao se aburrió bastante rápido de él, así que Wei Wuxian pensó que lo dejaríaaquí abandonado a su suerte cuando vio a los guardias ponerse en filas mirando hacia la entrada listos para irse de ahí, por eso habíadecidido caer desmayado de una vez por todas.
Nunca se habría imaginado que el primer joven maestro Wen, Wen Xu, llegara justo para verlo.
Luchando contra el agarre de los guardias en su cabeza, volvió su mirada hasta tener una vista borrosa, no tan clara de el hombre frente a él, viéndolo desde arriba.
"Levantenlo." Ordenó Wen Xu sin despegar su vista de Wei Wuxian, sintiendo su rabia recorrer, apenas fue levantado con su cara frente a frente le lanzó un escupitajo, y a punto de ser regresado al piso a punta de golpes, Wen Xu alzó una mano, deteniendo a los guardias.
