Don't (WangXian)

Capítulo 13

Cuando Lan Wangji había terminado de dar el reporte a Lan Xichen, tenía planeado ir con Wei Wuxian e informarle que no tenía por qué preocuparse por el Guaiwu que estaba acechando, que Gusu Lan se haría responsable por ese tema. Pero al no encontrarlo en su pabellón personal creyó que se habría ido junto a Jiang Wanyin hacia Yunmeng Jiang para corroborar todos los daños e intentar reparar las cosas, pero los discípulos que estuvieron presentes en su salida confirmaron que había ido solo. Ya había escapado dos veces, no podía ser que volviera a hacerlo. A lo que recuerda, estaban en buenos términos, no había nada malo ocurriendo además de lo cotidiano.

Recordó que últimamente cuando Wei Wuxian no tenía nada que hacer iba a la biblioteca, ¿a leer? Quizá, no lo sabe, probablemente sólo iba a molestar a los demás discípulos, pero igualmente estaría contento con encontrarlo ahí.

Al llegar a la biblioteca dio una rápido ojeada con sus ojos al lugar, sin vista de Wei Wuxian por ningún lado, demasiado silencioso, así que probablemente no estaba aquí. Sin embargo, la puerta que guiaba hacia la sección prohibida estaba entreabierta, y nadie lo suficientemente acostumbrado a las reglas haría eso.

La imagen de Wei Wuxian fue lo primero que surcó por su cabeza.

Al bajar, realmente vio todo en orden. Sólo por 5 segundos antes de que lograra escuchar los resoplido cansados de obviamente Wei Wuxian, molesto acerca de el infinito caracol y no poder encontrar lo que quería. Caminó por el caracol tranquilamente hacia él ahora que sabía su paradero, feliz de que no se hubiera ido. Si pudiera mantenerlo con él, no dudaría dos veces para hacerlo.

¿Qué estará haciendo aquí, de todas formas? Wei Wuxian a pesar que estaba tan interesado por la sección prohibida, nunca había logrado entrar. Siempre era atrapado por Lan Qiren o Jiang Wanyin retandolo por lo irresponsable que era, o Lan Xichen explicando que él podría buscar lo que le pidiera.

Era divertido, no tenía prisa en llegar hasta donde se encontraba Wei Wuxian por las constantes quejas de los libreros infinitos que resonaban en un eco dentro de la habitación, también era agradable el escuchar la impresión en su voz por cada apartado nuevo que conocía en el transcurso hasta el centro; era como oír a un niño maravillado por todas las cosas nuevas que pasaban a su alrededor.

Llegó un momento en el que todo quedó en silencio por un largo rato, y Lan Wangji inconscientemente apresuró el paso a una velocidad permitida por las reglas. Todo este tiempo Wei Wuxian causaba al menos un sonido, así sea un mínimo suspiro de cansancio. Una parte de sí le indicaba que se calmara, tal vez al fin encontró lo que buscaba y lo está leyendo en estos momentos. Pero algo en el fondo le decía que era algo más, y eso lo tenía inquieto.

Su sangre empezó a bombear cuando escuchó un golpe sordo contra la madera de los libreros para comenzar a correr.

Pasaba el resto de los libreros rápidamente y aunque no lo quisiera admitir, ir en círculos lo estaba desesperando. De haber sido una línea recta o libreros posicionados uno a lado del otro ya habría llegado. Cuando pudo llegar al centro, sus ojos se enfocaron con rapidez en Wei Wuxian quien se miraba devastado en el suelo en medio de un desastre de pergaminos que se le hacían desconocidos, pero no le puso ni una mínima atención al desorden del lugar, no cuando Wei Wuxian estaba en posición fetal cubriendo sus oídos, poco a poco las nubes negras de resentimiento comenzaban a aparecer sobre él y solo sería cuestión de minutos para que el lugar se contaminara por completo si seguía de esa forma. Wei Wuxian se veía reacio a dejar el resentimiento esparcirse y eso Lan Wangji lo sabía a juzgar por lo poco que había a su alrededor ahora, pero parecía estar haciendo un esfuerzo sobrehumano para lograrlo.

Se apresuró a arrodillarse a su lado cuando se dio cuenta que lo estaba viendo, así sea en lo mínimo, Wei Wuxian seguia consciente de lo que pasaba y lo jaló hacia su pecho. Y atreviéndose a ser un poco más descarado, trató de calmarlo con las caricias a su cabellera.