Capítulo 10

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"La Campaña para derribar al Sol ha iniciado."

Lan Xichen estaba a la cabeza de el largo mueble con un mapa extendido a sus expensas, a su izquierda, Jiang Wanyin, a su derecha, Nie Mingjue, el Líder de Qinghe Nie y al otro extremo, estaba Jin Zixuan en representación de Lanling Jin a ausencia de su padre y Líder de Secta, Jin Guangshan.

Todos estaban al tanto de las tácticas correspondientes a cada uno, y no tenían pensado atacar hasta dentro de poco tiempo más, sin embargo, el ataque que Wei Wuxian había realizado hacia el Centro de Supervisión que Wen Chao y Wang Lingjiao habían construido a la fuerza en Muelle de Loto para poder recuperar Yunmeng Jiang había llamado la atención suficiente para todos los demás, sin mencionar la muerte de los mismos a manos de Wei Wuxian, y la de Wen Zhuliu a manos de Jiang Wanyin, sabían que sólo era cuestión de tiempo para que Wen Ruohan decidiera contraatacar en vista a que decidieron ir contra su poder.

"Ese Wei Wuxian," Nie Mingjue resopló con pesadez golpeando el mueble con su mano. "De no ser porque tenemos todos los preparativos casi listos, esto habría sido un completo desastre."

Hubo un pequeño silencio alrededor, que a pesar de que no quisieran admitirlo en voz alta, sabían que tenía razón. Un desliz de tal magnitud pudo haber resultado fatal de no ser a que ya tenían planeado atacar dentro de poco, sin embargo, esto no fue un ataque cualquiera. Realmente Wei Wuxian no sólo había asesinado al segundo hijo de Wen Ruohan, si no también a su perro más fiel.

"Supongo que la mano derrite núcleos ya no será un problema de todas maneras." Dijo Lan Xichen calmando a Nie Mingjue, porque también era verdad, gracias a Wei Wuxian tenían una preocupación menos.

"¿Dónde está él?" Preguntó Jin Zixuan. "Creí que estaría presente, su papel en la guerra de pronto se volvió tan importante."

Todos voltearon su vista hacia Jiang Wanyin quien mantenía su ceño fruncido y sus ojos cerrados, en una clara muestra de intentar mantener la compostura.

No era de sorpresa que Wei Wuxian fuera alguien tan impuntual, toda su vida ha sido así de hecho. Tener que estar detrás de él para que despertara por las mañanas y llegar a tiempo a los entrenamientos, reuniones, convivencias y cualquier otro asunto importante que conveniera; y de todas maneras mantuvo las pequeñas esperanzas para que pudiera aparecer a tiempo.

"Le dije que viniera." Contestó Jiang Wanyin tras unos segundos de silencio, alzando la mirada. "Pero creo que algo lo mantuvo ocupado."

"¡Já!" Nie Mingjue exclamó. "¿No es algo arrogante de su parte? Haciéndose esperar de esta manera, ¡puede elegir cualquier otro momento, pero justo debe llegar tarde hoy!"

Y en ese instante, la puerta se abrió de par en par dejando ver a Wei Wuxian con su frente en alto acompañada de una sutil sonrisa, no de felicidad, si no por simple formalidad. Wei Wuxian dio una leve reverencia ante los presentes para poder cerrar la puerta tras de sí con cuidado y caminar hasta su puesto.

"Perdón, perdón. Disculpen la tardanza." Dijo Wei Wuxian sin compartir miradas. "Pero ya estoy aquí. ¿Qué procede?"

"¿Proceder?" Preguntó Nie Mingjue. "Llegas tarde, y más encima sin tu espada, ¿¡es que acaso no te enseñaron que la espalda de un cultivador es como su carta de presentación!?" Jin Zixuan devolvió su mirada también ante ma curiosidad.

Si bien, el hecho de que el núcleo dorado de Wei Wuxian se había dado por perdido y era conocimiento ya prácticamente general de todo aquél quien fuera cercano a Wei Wuxian, que por más que supieran que quisiera portar su espada una vez más, al final del día, sin un núcleo era un estorbo, se había mantenido como un secreto para las sectas ajenas. Así que si Lan Xichen siendo hermano jurado de Nie Mingjue no le contó nada, entonces, ¿a los otros qué les importaba?

Don't  (WangXian)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora