Don't (WangXian)

Capítulo 27

"¡Hanguang-Jun! ¡Hanguang-Jun!  ¡Hanguang-Jun!" Tocaba un discípulo desesperado a su puerta "¡El Líder Jiang mandó a llamarlo, es urgente!"

Tras unos segundos y sin haber dejado de tocar la puerta, de pronto Lan Wangji la abrió abruptamente aún acomodando sus ropajes, pero con clara prisa.

"¡Hanguang-Jun!" El discípulo se notó aliviado "El Líder Jiang requiere apoyo, ¡los Túmulos Funerarios están en llamas!"

Algo hizo click en la cabeza de Lan Wangji al escucharlo. Giró de regreso a la cama, y notó la ausencia de Wei Wuxian. No había manera en que se haya enterado antes que él de haberse quedado aquí.

"Wei Ying," inquirió Lan Wangji "¿dónde está?"

"Fue por el primero que llamó el Líder Jiang pero no lo han encontrado."

El corazón de Lan Wangji se hundió junto a su estómago. Tomando a Bichen, se fue con prisa junto al discípulo en busca de Jiang Wanyin.

Lan Wangji no quiere creer en las escenas que su propia mente está creando, pero, ¿quién más que Wei Wuxian puede llevar a las cenizas ese lugar?

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Wei Wuxian observaba detenidamente los Túmulos Funerarios al pie de la montaña. Haber estado en los brazos de Lan Wangji le trajo la serenidad que necesitaba para aclarar su alma, al igual que su mente. Descansó, pero no durmió. Se mantuvo alerta todo el tiempo que Lan Wangji lo acompañó en su pesadez y esperó a las 9 de la noche, la hora de dormir de los Lan; cuando la respiración pausada de Lan Wangji se hizo notar, fue la señal para que el plan que Wei Wuxian había creado en poco diera lugar.

Wen Xu, hasta ahora, era un misterio. Pero si había algún lugar que tenga las respuestas, debe ser justo el lugar en donde todo había comenzado.

Fue lo más escurridizo que pudo ser, y agradecía el estricto horario de sueño de Lan Wangji que no dio señales de ser molestado cuando se fue de su lado. Burló a los guardias, y a los discípulos Jiang que estaban violando el toque de queda. Básicamente, nadie conoce su paradero actual. Era algo que, según Wei Wuxian, debe hacer solo.

Durante toda su trayectoria había estado acompañado: doctores, amigos, familia y... algo más. Pero aún no podía escapar, aún no agota todas las posibilidades a su alcance. Pero por algún extraño motivo, Wen Ning estaba justo detrás de él. "Wei-Gongzi," intentó convencer Wen Ning una última vez de permitir acompañarlo "¿está seguro?"

Wei Wuxian giró a verlo, suspirando, pero con una sonrisa. "Me seguiste hasta aquí, ¿no es así? Subiré por mi cuenta, de todas formas vas a llegar si estoy en peligro." Wen Ning no dijo nada, no podía refutar porque es la verdad. El haber sido resucitado por Wei Wuxian había creado un vínculo extraño entre los dos. Si bien no era como un medio de comunicación perfecto, podían sentir cuando algo estaba mal con el otro. Con un último saludo, Wen Ning se perdió entre los árboles cercanos a la punta de Yiling.

No lo va a seguir, Wei Wuxian sabe, sólo se mantendrá en un área a la redonda. Con el primer paso de Wei Wuxian en la tierra seca, la energía resentida se disperso despejando el camino. Wei Wuxian ahora era un tipo de repelente; o es una forma de bienvenida, pensó Wei Wuxian.

Durante el trayecto, Wei Wuxian sólo se dedicó a avanzar con la mente en blanco. Miraba los alrededores, pero en esencia, todo el paisaje era el mismo entre sí. Sin color, sin fauna, sin flora.

Sin vida.

No exploró el lugar tampoco; caminando en línea recta sin titubeos. Internamente, sabe hacia dónde debe ir.

La densidad del aire lo llevó de vuelta a la abrumadora sensación que no le permite respirar, y en poco tiempo, en un árbol en especial encontró los restos de sus antiguas túnicas. Los restos de un Wei Wuxian ajeno a sí mismo.