Stigma (Taegi/Yoontae)

capitulo 9

Lo único que se escuchaba en el pasillo de la casa de Taehyung tras cerrar la puerta de la entrada, era una mezcla de jadeos, movimiento de ropa y dientes chocando. Atrás quedó aquel tierno beso, cargado de tentativas y anhelos pidiendo permiso. El consentimiento estaba dado, se había abierto la veda.

Suga estaba empotrado en la pared del pasillo, con la mitad de los botones de la camisa arrancados y una pierna sobre la cadera de Taehyung. Este ya tenía el pecho desnudo, con el primer botón de su pantalón desabrochado, una mano apretando una de las nalgas de Suga y la otra sujetando fuertemente la mandíbula. Se besaban sin darle tregua a sus lenguas mientras se embestían mutuamente, rozando sus miembros a través de la tela de los pantalones.

—¿Dónde... están tus... padres? —preguntó Suga cuando en un momento de necesidad de aire se separaron y Taehyung aprovechó para morderle el cuello.

—No vendrán hasta mañana por la tarde —contestó entre mordiscos y lametones.

Terminó de arrancar los botones que quedaban en la camisa de Suga y comenzó a bajar por el cuello, pasando por su pecho hasta llegar a la cinturilla del pantalón, intercalando besos y chupetones. Una vez de rodillas tiró del cinturón, mirando a Suga con cara de sexo, quien le devolvía la mirada sonriendo lascivamente, con los brazos caídos a cada lado de su cuerpo y separando sus caderas de la pared para que Taehyung pudiera bajar su pantalón y calzoncillos. Y en menos de tres segundos, Taehyung tenía al chico completamente desnudo. Y ante sí se erguía gloriosa la polla de Suga.

La observó, relamiéndose los labios. La sujetó con la mano derecha y, con el pulgar, repartió por la punta el pre-semen que se acumulaba. Suga gimió, pero no apartó la vista de aquel espectáculo. Sintiendo su mirada, Taehyung levantó la suya, sacó la lengua y lamió el eje desde la base hasta la punta. Hizo círculos, chupando la redondez de la cabeza, y empezó a engullirla poco a poco mientras lo taladraba con la mirada. Suga, haciendo un enorme esfuerzo por no cerrar sus ojos, puso sus manos a ambos lados de la cabeza de Taehyung, agarrando en puños algunos mechones de cabello.

Taehyung empezó a moverse a lo largo del miembro, degustándolo, ensalivándolo, saboreándolo. Llegó hasta el fondo, tocando con la punta el final de su garganta, y movió su campanilla. Aquello sacó de Suga el gemido más fuerte de todos los que se habían escuchado desde que la puerta de la casa se cerró. Notó que, poco a poco, era Suga quien llevaba el ritmo, embistiendo las caderas contra su boca y ayudado por el agarre de las manos en su cabeza.

Suga seguía sin apartar la mirada. Estaba ensimismado, viendo cómo su polla desaparecía entre los labios de Taehyung cómo aquellos ojos también lo miraban. Empezó a follar la boca insistentemente y sus jadeos se hicieron más erráticos.

—Me... Taehyung..., Taehyung, me corro... —fue lo único que llegó a articular su garganta antes de gemir todo lo que su polla expulsaba.

Taehyung terminó lamiendo los restos de semen con los ojos cerrados como si estuviera degustando un manjar de los dioses. Se puso de pie, lo agarró del cuello y tiró de él para besarlo con furia. Suga abrió los ojos ampliamente, sabiendo lo que iba a encontrar en aquella boca, pero para sorpresa de Taehyung, el chico no se negó, no se apartó. Lo dejó invadir su boca, mezclando saliva y restos de semen.

—¿Te gusta cómo sabes? —dijo Taehyung mientras le lamía los labios.

—Mmm..., mmm... —recibió como respuesta.

—¡Cama! ¡Ahora! —exclamó Taehyung, cogiendo el brazo de Suga y arrastrándolo a su cuarto—. Túmbate —ordenó una vez que llegaron a la habitación, empezando a deshacerse de sus propios pantalones.

—De eso nada —contestó el muchacho, empujando al otro hacia el colchón, logrando que cayera con los pantalones a medio quitar sobre las rodillas—. Hoy, el maestro soy yo — terminó diciendo mientras retiraba lo que quedaba de la ropa de Taehyung.