capitulo 13

1.5K 133 9
                                    

—Vaya mierda de casa que te has buscado.

—¡Yoongi! —exclamó Taehyung con tono de advertencia mientras entraban por la puerta del nuevo piso donde Beomgyu se iba a instalar. Utilizaba su verdadero nombre cuando se enfadaba con él o cuando quería picarlo.

Era viernes por la tarde. Había pasado exactamente una semana, y faltaban dos para que el niño, como a Taehyung le gustaba llamar a Beomgyu, cumpliera los dieciocho años y saliera escopeteado de su casa sin siquiera mirar atrás. «¿Y quién no lo haría?». Hasta la mayoría de edad no podría firmar el contrato de alquiler del piso, pero el propietario era un tío bastante joven y agradable que estaba dejando a Beomgyu traer sus pertenencias poco a poco hasta que terminara por instalarse.

—¿Qué? —preguntó Suga con asombro teatrero—. Menos mal que el chico es un renacuajo, que si no, no sé cómo cabría en esta casita de muñecas. ¿Tienes que entrar de lado en el cuarto de baño, hadita? —rio, al mismo tiempo que dejaba una caja de cartón en el suelo donde podía leerse: LIBROS XXX—. ¿Y esto qué son? ¿Tienes porno?

Taehyung puso sus ojos en blanco y suspiró, exasperado, apartando la mano con la que Suga intentaba abrir la caja.

—Cabroncete, hemos venido a ayudar, no a que al niño le dé una lipotimia por hurgar en sus cosas —dijo Taehyung advirtiéndolo, pero sin poder apartar esa risa tonta que lo había acompañado durante toda la semana.

Tras aquella sorprendente confesión del jueves pasado —que Taehyung aún rememoraba en su cabeza todas las noches, haciendo que su cuerpo se estremeciera de placer, y que le había ayudado como estímulo para alguna que otra paja—, las cosas tampoco habían cambiado tanto.

El viernes, Taehyung no sintió miradas acusadoras o cuchicheos a sus espaldas. Pensaba que, como buen cotilleo, aquella frase —que tanto sorprendió al amigo de Suga y a él mismo— se divulgaría a diestro y siniestro por todo el instituto. Pero estaba claro que se estaría hablando de Suga, y por mucho que ahora le gustase comer pollas —«Y qué bien que la chupa, ¡joder!»—, seguía siendo una amenaza andante.

Taehyung estaba bastante seguro de que, al igual que él, Suga no iba a dejar que nadie se pasara de listo soltando algún comentario ofensivo. ¡Oh, sí! Probablemente la gente estaría hablando a sus espaldas. Al fin y al cabo, no solo el amigo de Suga estuvo allí cuando a  este se le dio por hacer gala de su nuevo amante, cogiéndolo de la mano delante de todos. Pero nadie se atrevería a enfrentarse a él, ya que sabían muy bien qué les esperaría como respuesta.

El fin de semana no pudieron estar juntos porque sus padres lo obligaron —a pesar de las pataletas en plan niño chico de Taehyung — a ir a casa de sus primos que estaba fuera de la ciudad. Pero el maravilloso mundo de la tecnología estaba para eso, para aprovecharlo, cosa que ambos no dudaron en usar.

—Suga —dijo Taehyung, observando los ojos felinos que lo miraban desde la pantalla de su ordenador. Suga solo sonrió pícaramente y Taehyung pudo ver cómo cruzaba los brazos sobre una mesa y apoyaba el mentón sobre ellos—. ¿Qué estás haciendo? — preguntó, sonriendo tontamente. «¡Dios! Tengo que dejar de hacerlo». Su mandíbula empezaba a doler de tanta sonrisa estúpida.

—Mirándote —contestó Suga, mordiéndose los labios sensualmente.

Taehyung sonrió. Acabaría pareciéndose al Joker si seguía estirando su boca de esa manera.

—¿Qué has hecho hoy?

Suga acercó su cara a la cámara del ordenador, haciendo que Taehyung pudiera ver solo su pequeña y bonita boca en toda la pantalla, y muy eróticamente, ronroneó:

—Masturbarme pensando en los sonidos que haces cuando te follo.

¡Mierda! El movimiento de esos labios mientras decían palabras como "follar" o "masturbar", hacía que Taehyung solo pudiera imaginárselos alrededor de su polla, viendo cómo, bocadito a bocadito, iban tragándose su eje hasta sentirlos rozar su vello púbico y notar la punta de su miembro en la campanilla de Suga. Cuando volvió a tener la cara del chico en la pantalla, Taehyung estaba duro como una piedra.

Stigma (Taegi/Yoontae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora