capitulo 8

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La luz del sol traspasando los ojos de Taehyung hizo que los abriera. Odiaba cualquier tipo de iluminación a la hora de dormir, así que no entendía cómo se había dejado la persiana en alto, hasta que abrió los párpados, gruñendo, y vio la razón del porqué. Suga estaba tumbado a su lado, bocarriba, con la sábana hasta la cintura, un brazo sobre su pecho desnudo y fumándose un cigarro. Taehyung parpadeó varias veces mientras el torrente de imágenes y sonidos de la noche anterior llegaban a su mente, y empezó a analizar fríamente la situación.

«¿Por qué está aquí todavía?».

No era que le disgustara, pero realmente estaba asombrado de que aún permaneciera en su cama y no hubiese salido pitando en mitad de la noche, arrepentido por todas las cosas de maricas que había hecho. Observando su cara, hasta se diría que estaba bastante cómodo allí tumbado, disfrutando de su cigarro.

—Hola —dijo Taehyung, mirándolo de costado.

Suga no respondió a su saludo mañanero. Tras una nueva calada, y sin mirarlo, le preguntó:

—¿Te molesta que fume en tu cuarto?

Aquella pregunta lo descolocó un poco por varias razones. ¿De verdad le importaba o no, si le permitía fumar en su casa? Siempre había creído que Suga hacía lo que quería, donde quería y con quien quería. ¿Cómo podía estar tan tranquilo, fumándose un cigarro, desnudo y tumbado en la cama, como si acabara de follarse a su novia o a cualquier otra chica? ¿Es que no recordaba que se odiaban a muerte? ¿Realmente lo primero que le preocupaba, después de que le hubieran dado por el culo, era si podía o no fumar en la habitación? Esta parte, quizá, Taehyung no la entendiese muy bien, ya que él, desde que supo que le gustaban los hombres, no le dio importancia a qué pensarían los demás o incluso él mismo acerca de ser "profanado".

—No, no me importa —dijo Taehyung, levantándose y buscando unos calzoncillos en su mesita de noche—. Puedes tomar una ducha, si quieres. Hay toallas limpias en el armario del cuarto de baño.

Okey, eso sí que no se lo esperaba. ¿Ahora era él quien se creía que Suga era su amante y le ofrecía su cuarto de baño para ducharse? ¿Y qué sería lo próximo? ¿Llevarle el desayuno a la cama?

—¿Tienes café? —preguntó Suga mientras apagaba la colilla del cigarro en un cenicero improvisado que había hecho con la envoltura del condón.

¡Dios! ¡Esto es humillante!». —Sí, voy a preparar una cafetera. —«¡Marchando desayuno en la cama!».

Cuando se dirigía a la cocina, escuchó el agua de la ducha caer. «¡Ufff! Tranquilízate Taehyung. Es solo otro chico más en tu cama». No era que hubiese tenido a otros —más bien a ninguno—, ya que siempre había follado en coches, casas de los demás o conseguido alguna mamada en un sucio callejón.

Terminando de verter los cafés sobre dos tazas, Suga apareció recién duchado en la puerta de la cocina, con la misma ropa del día anterior y el pelo brillante por la humedad. Taehyung le tendió su café y Suga se acercó a cogerlo.

—No sé cómo te gusta. —«¡Joder! Solo me falta decir: "¿Quieres azúcar, mi amor?"».

—Café solo está bien —contestó Suga, llevándose la taza a su boca. Taehyung juraría que pudo ver una risita en aquellos labios.

Y bueno, allí estaba. Ese tenso momento que surge a la mañana siguiente de haberte acostado con alguien. Ese instante en que no sabes cómo decir adiós, si con un beso o un apretón de manos. Aunque, bueno, lo del beso quedaba descartado, ni siquiera habían rozado sus labios. Pero algo fallaba en aquella típica situación. Mientras Taehyung observaba cómo Suga terminaba su café, algo dentro de él no quería verlo desaparecer por la puerta.

Stigma (Taegi/Yoontae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora