Tu sonido

13 5 0
                                    




Tu presencia empezó a torturarme en clase en el buen sentido, lo único que pensaba era en que te tenía al lado y quería disfrutar cada segundo de ello. Con esa sensación constante de querer que todos esos momentos duraran para siempre, porque algo me decía que no sería eterno.

Que no te tendría para siempre.

Pronto tenía que irme lejos. ¿Quién iba a asegurarme que seguiríamos hablando?

La distancia no me preocupaba.

Yo no sentía preocupación, sentía miedo.

Miedo por perderte, miedo por olvidar tu risa que provocaba que se me pusieran los vellos de punta, miedo por olvidar nuestras conversaciones del día a día, miedo por no recordar el tacto de tu pelo en mi mano, miedo por no volver a ver tu sonrisa nunca más...

No me concentraba, mis pies se movían inquietos a tu lado. Justo cuando yo empezaba a hacer eso siempre me seguías después haciendo lo mismo, estoy sonriendo ahora mismo por recordarlo.

Hasta eso quise pintar: el sonido de tu nerviosismo, el sonido de tu voz, el de tus carcajadas...

Tu sonido.

Todo lo que ya no te diréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora