En mil más

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Un día pegaste tu silla a la mía, cerca. Muy cerca, demasiado cerca. En fin, todas las palabras existentes que tuvieran que ver con la cercanía. Me temblaban las manos y las piernas. Todo en general que tuviera que ver conmigo era como una bomba apunto de estallar en ese momento.

Joder, lo que me hacías sentir solo con tu presencia.

Me miraste sonriendo. Te sonreí también.

"No te vayas nunca" te susurré en pensamientos.

Todo lo que ya no te diréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora