La Dolce Vita III (NCT Dream)

5.- Ya estoy harta

Jaemin había recibido 4 invitaciones de reclutadores solo por caminar en las calles. Lucía como una super modelo, alta con ojos sonrientes, que era lo único que se veía con el cubrebocas que tenía. Si tuviera ropa adecuada las personas pensarían que era una idol.

—Estoy celoso. —Dijo Mark mientras un reclutador le daba la quinta tarjeta a Jaemin.

—Si de algo sirve, no creo que te veas como hombre con peluca. —Renjun rio. —Nunca había sido alto con ustedes y ahora son más bajas que yo, me divierto mucho.

Mark rodó los ojos.

—¡Lo siento chicos! —Jaemin regresó con ellos y entraron a una tienda de autoservicio.

Allí buscaron algunos productos, había tantos, esperaban que Jeno no durara tanto sangrando porque solo llevaban un paquete de toallas sanitarias pequeñas. Luego Mark se quedó parado frente a los artículos de mujer. Algo dentro de él quería elegir ropa bonita para que Donghyuck no lo siguiera molestando.

—Creo que se me vería bien esto. —Mark tomó unos pantalones y se vio en el espejo.

—Eso es normalmente lo que usas. —Jaemin rodó los ojos. —Si yo tuviera un trasero como el tuyo usaría algo más pegado y corto. ¿No has pensado en vestidos y faldas?

Mark se avergonzó. No, muy a penas usaba short y trataba de evitarlos porque siempre le pedían depilar sus piernas, pero pensaba que quizá algo así se le vería bien, aunque la idea se esfumó cuando su mente imaginó a Haechan y lo escuchó burlarse de él diciéndole que el moreno tenía las mejores piernas de Dream y que Mark era feo.

—¿Por qué no compran ropa para el otro? Jaemin se la compra a Mark, Mark a Jeno y yo le compro la suya a Jaemin. —Renjun sonrió. —Será divertido.

—Bien, pero cómprame algo bonito. —Jaemin casi le extendió lo que quería a Renjun.

Renjun y Jaemin se llevaban demasiado bien, podían leerse la mente, no estaba de más decir que NCT Dream era el harem de Renjun, todos lo querían y seguían la mayor parte de sus ideas.

Mark estuvo viendo qué tipo de ropa le gustaría a Jeno, Jeno era una persona bastante simple, su estilo era sencillo, pero sí necesitaba ropa menos holgada, o al menos algo con estilo. Luego Mark se detuvo en la sección de ropa interior...

No es que fuera un pervertido, pero tenía mucha curiosidad, si la ropa de Jeno estaba manchada, seguramente la interior estaría igual. ¿Sería conveniente comprarle algo que fuera más cómodo que unos bóxer holgados?

—Llevo dos negros y dos pijamas iguales en versión rosa y versión negro. —Jaemin asustó a Mark.

—¿Por qué llevas dos? —Mark frunció el ceño.

—Uno para Jeno y otro para mí. —Jaemin sonrió. —Tenemos gustos tan parecidos que siempre que compro algo quiero que él use algo similar.

Mark soltó una risita.

—Te gusta marcar tu propiedad. —Mark cruzó sus brazos.

—Como buen leo de agosto. —Jaemin sonrió mientras buscaba las etiquetas y veía precios. —Me gusta usar ropa de pareja con él... Es... Es una total tontería que él fuera mujer, siento que, si él hubiera seguido siendo hombre y yo mujer, podríamos, no sé... Las cosas serían más fáciles.

—Eres su mejor amigo, Jaemin. —Mark observó el precio de los productos también y tomó uno de encaje que, supuso que se le vería bien, nadie lo juzgaría por tenerlo. —Pero estás siendo muy territorial.

Jaemin soltó un suspiro cansado y se miró en uno de los espejos que había cerca, vaya que era bonito, nadie se le podría resistir, ¿Entonces por qué Jeno lo hacía? ¿Por qué Jaemin se sentía como una sombra de nuevo?