Importante: No recomendamos leer si se desconocen los libros de la saga Crónicas de Umbrarum, pues esto es solo un complemento para aquellos que deseen conocer un poco más sobre las criaturas y reinos que Ilora va conociendo en su travesía.
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Ilustraciones por: Miranda Azorín (ryuujidalton en Wattpad y @mirisauriorex en Instagram).
1. Driades (Hadas del bosque)
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Descritos como seres hermosos y delicados, de mirada serena, ojos rasgados, brillantes iris y dulce voz, además de poseedores de alas prácticamente imperceptibles, los Driades son de las criaturas más nobles de Umbrarum; lo que los convierte en un blanco de las burlas y humillaciones de sus congéneres hadas, quienes los consideran demasiado débiles e indulgentes y no podrían ser ni remotamente asociados a los mismos adjetivos.
Sin embargo, como encargados de cuidar los bosques, los Driades son la mejor carta, luego de la destrucción, pues sus dones en conjunto ayudan a restaurar casi toda la flora existente, devolviendo fertilidad al suelo y trayendo la vida a espacios que antes no lo tuvieron.
Normalmente, van vestidos de colores cálidos como el ocre de la corteza de un árbol o el verde más vivo de las hojas que recién salen de una rama, mientras que sus alas siempre están envueltas por un resplandor natural que las distingue de las demás.
Por otro lado, es importante saber que son nocturnas, por lo que es normal verlas sobrevolar la Corte a altas horas de la noche, y que sus poderes se incrementan a niveles fuera de lo común durante la primera semana de cada cambio de estación.
2. Salamandras (Hadas de fuego)
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Como parte del elemento asociado a la creación y destrucción, las Salamandras ostentan su familiaridad con el fuego incluso en su físico, usando ropas de colores vivaces y tinturando sus cabellos con pigmentos en tonalidades de amarillo, rojo y azul. Además, idolatran al ave fénix y cubren sus rostros con máscaras de plumas.
Las Salamandras controlan el fuego a su antojo y trabajan durante las tormentas orientando los rayos que se producen. Se dice que no tienen piedad alguna, sin embargo, aquello no es tan claro, pues también son asociadas a la calidez del verano y al pleno mediodía.
