Capítulo 12

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No dejó pasar mucho tiempo antes de volver a ese lugar, no más de una semana había transcurrido cuando ya se encontraba caminando hacia la recepcionista, que lo recibió con la misma expresión de la vez pasada.

– Disculpe, vengo a ver a Kim Taehyung – La mujer pareció meditarlo un poco mientras observaba la placa en la que indicaba su nombre, y sin hacer algo más asintió, indicándole de nuevo que se encontraba en la habitación 530.

Con un poco de nerviosismos se encamino por el primer lugar, pensando en que estaba de nuevo en aquel lugar, que le había aterrorizado la primera vez, por las misma razones que esta; iba a ver a Kim.

Sin notarlo chocó con otra persona de frente, haciendo que ambos se tambalearan, preocupado observó al otro chico que por su ropa indicaba que era paciente, preocupando un poco más a Jungkook.

– ¿Estás bien? – El joven un poco más pequeño de estatura y con mejillas abultadas lo miró, con los ojos humedecidos y con labios temblorosos. Jungkook ya se había hecho mil razones por las cuales estaba en ese estado, sin saber que hacer realmente dio un pequeño paso hacia adelante, pero aquello solo ocasiono que el chico empezará a soltar lagrimas y que sus manos temblaran con fuerza.

– ¡Jimin! – No necesitó voltear a ver quien era, cuando un hombre vestido de médico rodeo con sus brazos al chico tembloroso, Jungkook no tardó en identificar al joven médico de tez pálida y cabello negro, como el que estaba hablando con Hoseok hace unos días.

– Lo siento, puede continuar su camino – La gruesa voz llegó al pelinegro sacándolo de sus pensamientos, asintiendo y en efecto, continuando con su camino, mientras analizaba si el abrazo era un trato normal entre un médico y su paciente.

Sin embargo, al estar dentro del ascensor aquellos pensamientos de dispersaron, recordando la razón que lo tenia ahí. Así que sin tanto temor, se acercó al enfermero para que le abriera la habitación 530.

Al entrar lo encontró acostado boca arriba sobre el colchón, con la misma vestimenta de la vez anterior, pero algo llamó su atención en especifico, y era le hecho de que su cabello azul se había ido. Mostrando ahora un color chocolate.

Jungkook retuvo la respiración por unos segundos mientras se acercaba a él, inclinándose sobre sus talones para verle más de cerca, detallando sus cejas, ojos, nariz y labios, recordando de forma incensaría, aquella noche en la que le había amenazado para luego terminar besándose como dos personas sedientas del otro.

Sin darse cuenta su mano había terminado por recorrer aquel rostro delicado pero al mismo tiempo tan masculino, que ocasiono que Taehyung se despertará sorprendido, intentando alejarse del tacto.

– Oye, tranquilo, soy yo Jungkook – Taehyung no parecía escucharle, estaba más concentrado en moverse para soltarse de una agarre que no existía, que en sus palabras. Por lo que, Jugnkook no tuvo más remedio que tomarlo por los hombros para que se quedará quieto.

– Taehyung, soy yo, Jungkook mírame – Taehyung pareció meditar sus palabras, quedándose quieto mientras observaba a la persona delante de él, no tardando en relajar al notar que en efecto, era Jungkook.

– Kookie...– Con ayuda del pelinegro, logro sentarse sobre el colchón, gracias que tenia la camisa de fuerza no podía hacerlo por si mismo.

– Hola –

– Pensé que no ibas a volver – Jungkook trató de ignorar el tono triste con que había realizado el comentario, optando solamente por negar con la cabeza.

– Te lo prometí...– Ambos se sonrieron al escuchar aquello, dejando un corto silencio entre ellos.

– ¿Qué paso con tu cabello? – preguntó luego de un largo rato. Taehyung se mostró un poco frustrado al responder – Aquí, no puedo tener el cabello de ese color, así que me lo tiñeron – Jungkook acepto aquella repuesta, dejando de nuevo un espacio en silencio entre ambos.

– Pregunta, sé que quieres hacerlo.. – Quizás hubiera negado, pero era innecesario cuando esa era la verdad.

– Viviste todo este tiempo a mi lado, es decir hasta estuviste conmigo durante la noche, pensaste en algún momento...–

– ¿Matarte? – Interrumpió, a lo que respondió asintiendo con la cabeza y agregando algo más – Es decir, me apuntaste con un arma, aunque creo que eso tiene sentido... – Por unos segundos el miedo abarcó en su sistema, al tomar en cuenta el hecho de que Taehyung lo estuvo siguiendo por un tiempo antes de amenazarle.

– Si, te imaginaba cubierto de sangre mientras me mirabas con tus hermosos ojos... y entre suspiros deseabas besarme de nuevo, una escena del beso de la muerte – Jungkook lo miraba sorprendido, alejándose de golpe del chico, haciendo que tropezará con sus pies. Por su mente se reprodujo con lujo de detalles aquella escena, haciendo que un escalofrió lo recorriera.

– ¿Ha-hablas en serio? – El nerviosismos no pudo evitar colarse en su pregunta, pero le había tomado por sorpresa esa declaración.

– No, te estoy mintiendo Jeon Jungkook, nunca pensé en matarte solo era divertido asustarte, bueno es – Jungkook no sabia si sentirse aliviado o frustrado por tantas mentiras.

– En este momento, ya no se que creerte – Dijo, sentándose bien sobre el piso y manteniendo la distancia.

– Bebé, puedes creer lo que tu quieras – La forma en la que Taehyung lo observaba, era igual a todas las veces anteriores, en las que ambos empezaban a jugarse. Y sin ser consciente Jungkook le estaba correspondiendo.

– No lo sé, ya no voy a creer mucho en ti Hyung – Aquel honorifico despertó lo suficiente en el castaño y Jungkook lo sabia.

– No quieras jugar mucho Jungkook, si quieres escapar...porque te puedo prometer que no te me escapas una segunda vez – La pelea de miradas no paraba, solo aumentaba la intensidad.

– Lo siento Hyung, pero por hoy me tengo que retirar –

– No te esfuerce en negarlo, y solo haz lo que sé que deseas hacer, ni yo te puedo frenar. – Taehyung soltó la propuesta mientras Jungkook ya se encontraba de espaldas y notó como contuvo la respiración antes de voltearse hasta el chico y acercase en grandes zancadas, sosteniéndolo con una mano de la nuca, logrando que sus rostros quedaran cerca.

– Hyung ¿Qué te hace pensar que quiero jugar contigo? Eso fue con el Taehyung que no era un psicópata – espetó, molesto con el mayor sin razón aparente o quizás si era el hecho que todavía le molestará toda el teatro que había montado al conocerlo.

– ¿Estás seguro de que tu estas en tu pleno juicio? – aquella pregunta desconcertó a Jungkook, llevándolo a los recuerdos de Taehyung siguiéndole ¿Y él? No hizo, absolutamente nada. – Te encontré Jungkookie y estas jugando conmigo desde hace tiempo –

– ¿Qué se supone que encontraste? – Sus rostros continuaban igual de cercas, permitido solamente observarse el uno al otro.

– Luz entre tanta oscuridad –

– ¿Y que se encontré yo? – preguntó esta vez, tratando de no mostrarse vulnerable.

Oscuridad – El silencio se instaló entre ambos, antes de que Jungkook se separara del castaño y no tardará en salir de aquel tétrico lugar, dejando una falta de calor en la mano que lo sostuvo.

No sé, si cometo un error y puede ser que si. Quizás, algún día me arrepienta de haber querido algo de ti. Me arrepienta de haberme atrevido a ir hacia ti, de haber buscado una confianza que no necesitaba en realidad, por más que me esforzará en pensar que si. ¿Entonces por qué quise ir hacia la oscuridad que solo alguien como tu prometía? ¿Por qué me hice esto? 

Miénteme. KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora