Epílogo 2

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– No creo que sea buena idea quedarte aquí Jungkook, apenas es la primera noche, puedes ir a mi casa o a donde Hoseok sabes que no tenemos ningún problema – Namjoon se encontraba de conductor mientras Jungkook estaba de copiloto observando la entrada al bosque, esa tarde había sido el entierro de Taehyung y Namjoon insistía que no era buena idea ir a la casa donde el menor paso tiempo con el chico. 

– Estaré bien Hyung, solo quiero pasar esta noche...ahí – Jungkook se aproximo abrir la puerta del auto cuando Namjoon lo detuvo – Si quieres me quedo contigo – sugirió, pero Jungkook solo negó y salió del auto encaminándose al bosque.

Sus pasos eran lentos mientras observaba el lugar, el cielo estaba oscuro y solo se veía por la luz de luna. El viento rozaba el cuerpo del pelinegro recordandole su soledad, ahora caminaba por ese lugar solo. Cuando tantas veces camino por ahí tomado de la mano de Taehyung, riendo y jugando. Su vació aumentaba con cada recuerdo, dolor, tristeza ¿Cómo explicarlo? Retuvo las lagrimas pero su cuerpo anhelaba alguna forma de desahogarse.

– ¡Kim Taehyung! – le gritó al viento, detuvo sus pasos, su respiración era frenética, ya no sabia respirar sin él – ¡Regresa! No me dejes solo... – empezó a correr por el oscuro bosque hasta que llego a la cabaña donde empujo la puerta que se encontraba sin seguro, todo estaba igual que antes del que él saliera ese día. Camino lentamente hasta que observó la nota debajo de la mesa, la tomo entre sus dedos y pudo ver la letra de Taehyung, la acerco hasta donde se encontraba su corazón y suspiró, la guardaría, era el único recuerdo de lo más hermoso y doloroso de su vida. Esa nota ocasionó su miseria. 

Luego de dejar la nota en la mesa camino hasta su cuarto, al entrar encontró las sabanas aún revueltas y su ropa tirada en el piso. Se acerco al armario que era de ambos y lo abrió, con las manos temblorosas saco un suéter blanco del peliazul, el último que utilizó y lo acercó para aspirar el perfume que aun estaba impregnado. 

Ya debajo de las sabanas con el suéter entre sus manos sobre su pecho, aún respirando sobre la tela, se permitió llorar. La cama estaba fría, la misma donde la noche anterior había estado caliente con su amor y pasión, con Taehyung entre sus brazos reclamándolo suyo y viceversa. Si tan solo le hubieran dicho que sería la última vez que vería a su mayor.

Así como el dolor lo empezó a consumir, el sueño también lo hizo, llevándolo a un lugar donde no sentiría sus miserias.



– Kookie...Kookie despierta cariño – Sentía calidez alrededor de su cuerpo, así que se acomodo mejor atrayendo la fuente de calor más a él – Vamos bebé, despierta – Una suave risa lo hizo abrir sus ojos, encontrándose con la figura de Taehyung entre sus brazos llevando el suéter blanco. Jungkook abrió completamente sus ojos llenándose al instante de lágrimas, lo abrazo y beso sin dudar.

– Solo fue un sueño... – decía el pelinegro, Taehyung no respondió solo se dejo acariciar. – No me dejes...nunca por favor – Con una mano tomo la cara del peliazul para observarlo mejor. 

– Te amo Jungkook. Y te amare en mis otras vidas, te lo prometo – Jungkook lo miró confundido ¿Le había dicho que lo amaba? – Cuídate ¿si? – El pelinegro empezó a negar con la cabeza

– Si te quedas, tu me cuidaras – Taehyung sonrió y beso a Jungkook. 

– Nos veremos en otro lugar, en otra época, con diferentes nombre...Entonces te amaré como queríamos – El corazón de Jungkook latía rápidamente mientra detallaba cada parte de su chico.

– No amare a nadie como a ti, te amo y nunca te olvidare – Luego que pronuncio esas últimas palabras, la imagen de Taehyung se empezó a ser borrosa y el calor desaparecía.



Muchos dicen que cuando soñamos con las personas que se han ido es porque estás se quieren despedir, decir algo antes de marchar al más allá. O quizás solamente es nuestra mente intentando buscar algo de paz.

Para Jungkook el tiempo paso lentamente, se entrego completamente al trabajo, a veces hasta dormía en la comisaría haciendo cualquier tipo de trabajo, los primeros meses se quedo en casa de Namjoon o a veces en la de Hoseok hasta que alquilo un apartamento para él, incapaz de volver al que le alquiló a Yugyeom, ese lugar también conservaba recuerdos.

Visitó a Jimin cada que podía y cuando salió lo ayudo a surgir en la industria del entretenimiento, su lazo se fortaleció, volviendo a ser los mejores amigos que habían sido antes, solo que ahora cargaban con el peso de su pasado. Cuando Jimin empezó a crecer en su carrera llevaba a Jungkook a todos lados, y le presentó a muchas personas pero por más que intentaban y aún si el menor atraía a todas las personas, su corazón seguía siendo de una sola y los años aún no lograban cambiar eso.

Una sola vez visitó a Jin con Namjoon, quien se encontraba en psiquiátrico de manera permanente y con la mayor seguridad del lugar. Luego de aquella visita, cerro esa etapa en la que involucraba a Jin. 

Al pasar tres años desde la muerte del peliazul, Jimin lo dejó, se mudaba a los Estados Unidos con Yoongi. Al menos sabia que su amigo si encontró amor y sería feliz como se lo merecía. 

Namjoon le repetía que ahora que Jimin no estaba, no se dejara decaer de nuevo, pero Jungkook solo se negaba, alagando que tenían trabajo. Y para suerte de su joven Jefe el amor toco su puerta de nuevo, alejando todo resto de SeokJin que quedaba en él, una joven novata de la comisaría capturo su atención, así que tuvo su final feliz después de todo.

Hoseok y Jungkook se volvieron compañeros de trabajo en la mayoría de los casos y de vez en cuando de copas. Ambos dañados por amores. Hoseok sostenía a Jungkook mientras el chico mantenía concentrado a Hoseok.

Y sin darse cuenta, se convirtieron en el refugio del otro. 

Quizás Jungkook no amaría de la misma manera, ni Taehyung saldría de su mente y corazón. Pero al menos, sin darse cuenta empezó hacer un espacio que iba creciendo a Hoseok y el sentimiento era reciproco.

Miénteme. KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora