Capítulo 5

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Al día siguiente me enteré por el mismo Rubén que habían vuelto. Pero el rostro de él no denotaba una felicidad total, si era que estaba feliz realmente. Se le veía pensativo, más bien. El ha venido a hablar conmigo, a contarme todo.

Así era, yo los escuchaba a cada uno, venían y se desahogaban conmigo.

Le he dejado hablar, pero al final le pregunto, para asegurarme.

-¿Qué sientes por Marcela?

-Es la única mujer de la que me he enamorado de verdad...

Sus palabras no son suficientes para mí, pero me bastan por los momentos. Luego tendría que escuchar a Marcela.

-Entonces no la pierdas, Rubén. —le digo y abro la puerta de su auto, pues estábamos en el frente de mi casa- Sube a tu auto, ve a trabajar y no la decepciones.

Rubén cabecea, asintiendo. Aunque parece en el fondo algo perturbado. Enciende el auto y se marcha.

* * *

Casi una hora después llega Marcela. La noto seria.

-Has venido a contarme, imagino... —digo, cortando el silencio.

-Ya lo sabes...

-Él ha venido a verme, pero ¿qué te ocurre? No pareces contenta.

-No, no es eso... lo estoy —responde sentándose a mi lado y emitiendo un suspiro-, es solo que han pasado tantas cosas en los últimos días, Marcos...

-Te comprendo.

-He experimentado demasiadas emociones ¡hasta llegué a pensar que Rubén no me quería de verdad!

Él la quería, de eso estaba yo seguro, pero a su manera. Y hay algo que aun me inquieta.

-Bueno, ya quédate tranquila, seguro las cosas volverán a la normalidad, no te atormentes...

Ella me mira.

-Sí, supongo que así será.

Otra Ridícula Historia de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora