Its Just A Game

#20. Miradas.

#20. Miradas.

No había nadie en el pasillo, ya parecían horas y no dejábamos de mirarnos a los ojos sin decir nada, era algo demasiado raro, era la tercera vez en la semana –la primera el lunes después de dos clases luego del beso con Ryan, la segunda ayer martes y hoy-, porque no, no era Ryan era Mason. Pero antes de que piensen otra cosa, no pasó nada, solo que esto de los casilleros al lado iba a ser un problema.

Por Dios, Ryan y yo no somos nada y ya le intento ser fiel. Estoy demente.

-Taylor... -habló bajo, a pesar de que nos encontrábamos a un par de metros-.

-Mason, lo siento... no puedo con esto.

Me di la vuelta seria y seguí caminando, y me di cuenta de que no me seguía y me alivié un segundo pero el segundo siguiente Ryan apareció enfrente de mí.

-¡Taylor! –Exclamó porque a él también pareció sorprenderle-. El profesor preguntó por ti, ¿Dónde estabas?

-En el baño, lo siento –respondí-.

Caminamos a la clase y cuando entré me disculpé con el profesor y me senté al lado de Ryan, últimamente me sentía nerviosa dependiendo del tema de conversación con Ryan, era algo tan extraño. Ya había olvidado que se sentía que te guste alguien, algo como no poner atención en toda la clase involuntariamente.

-Taylor te noto rara, ¿Qué tienes?

-N-nada –lo miré intentando sonar normal, que por cierto fue un fracaso-.

-Dime –insistió mirándome fijamente-.

-Ya te dije que nada –quité la mirada-.

-Algo te pasa Taylor, no soy idiota.

No respondí porque fui interrumpida por el timbre. Entonces recogí mis cosas y salí de ahí algo incómoda.

(...)

-Me gustas Taylor –me repitió Ryan con una gran sonrisa-.

Parecía el único formidable con la situación.

-Ya me lo has dicho –logré articular agarrando la correa de mi mochila-.

-¿Solo eso dirás?

-¿Y qué quieres que diga?

-No lo sé algo como la verdad... no lo sé "Gracias Ryan, tú también me gustas Ryan" o... "No me gustas, solo te correspondí el beso fuera del auto y te besé en el auto y en el pasillo, pero no me gustas" –soltó casi sin respirar y no sé por qué sonreí-.

-¿Y tú cuál prefieres? –Seguí sonriendo-.

-La primera –murmuró mirando a otro lado-.

-La primera es verdad –di un paso hacia él-.

-¿Ah sí? –Me miró-.

-Pues sí, me gustas Ryan –me mordí el labio-.

-Entonces...

-Solo hazlo ¿Por qué tan nervioso?

-Tú me pones nervioso –reí un poco-.

Se inclinó un poco a mí y me dio un corto beso en los labios, enrollé mis brazos por su cuello y lo volví a besar esperando lo que venía luego de eso. Nos separamos un par de veces pero nos seguimos besando hasta que oímos a alguien aclararse la garganta entonces nos separamos de golpe y volvimos a ver al profesor de Historia que tenía el ceño más fruncido de lo normal -gracias a las arrugas- y una línea recta era lo que formaba su boca. Reí nerviosa.