Enamorada de mi Alpha

capítulo 11

Unos hermosos mellizos, en poco tiempo unos pequeños cachorros, estarán corriendo por toda la casa, llenando de alegría nuestras vidas.
Todo está pasando muy rápido, no lo puedo creer, no pensé quedar embarazada tan rápido, pero si la luna así lo quiere, así será.

Matthew a estado tan feliz, su rostro ilumina cualquier conversación, es una droga su sonrisa, su aroma me vuelve loca, creo que son las hormonas del embarazo, estoy tan caliente, quiero tener sexo con ese alpha tan bello, quiero que me tome en sus brazos, lo necesito...

Hoy me voy a vestir bien provocativa, quiero a ese alpha dentro de mi.
Me puse un lindo conjunto de encaje, debo admitir que me veo bien con esta pancita que crece rápidamente.

El conjunto es de color escarlata, hace juego con mi cabello; impregne la habitación con mi aroma.

Llamada de Emma a Matthew
.Hola lindo alpha~ ronronea Emma

.Pequeña lobita, ¿estoy trabajando que sucede?~ Habla Matthew con voz ronca

.Alpha, y si deja ese trabajo y empieza a trabajar en su reina...~ dice Emma.

.Estas caliente mi Lobita, voy en camino, ya me encendiste, ahora sufrirás las consecuencias~ dijo Matthew gruñendo, haciendo estremecer a Emma, este corta la llamada.

Fin de la llamada

Espero solo 15 minutos, pude escuchar la puerta de entrada, se cerró fuertemente, mis nervios salieron a flote, por el aroma se que es Matthew, me humedezco de solo pensar las cosas que me hará.
"Aquí estás mi Lobita" dice con esa mirada que despierta el fuego en mi interior, "alpha~~" Digo gimotenado, el se acerca a mi, me recuesta en la cama, me besa ferozmente, apretando mis nalgas.

El conjunto no duró mucho, mi alpha lo arrancó de un tirón, pronto el cuarto se convirtió en un mar de gemidos, yo daba pequeños saltos sobre Matthew, el tiene los ojos cerrados, me dedico a observar semejante dios, no puedo creer que sea tan glorioso.

Matthew en un ágil movimiento me dejó debajo de él, empezó a masturbarme, a lamer, dar ligeros y delicados mordiscos en mis muslos, llenando de placer mi cuerpo, estoy llegando a la cima de mi placer, su lengua comenzó a masajear mi clitoris, no lo resisto, mi cuerpo se tensa y por fin llego a mi deseado orgasmo.

Enorme es el miembro de este hombre, que no cabe en mi boca completamente, como puedo empiezo a masturbarlo, lamiendo su falo, dándole placer, al parecer esta a punto de correrse, soltó un grave gemido, llenando mi boca con su agradable esencia.