En aquel tren, el mundo afuera lucía tan rápido que era imposible no sentirse melancólico por los momentos que dejaba atrás con el paisaje, buscando destruirlos en el olvido junto a sus esperanzas del futuro que surgieron en su corazón cuando joven fue y con el paso de los años, era inútil que sostuviera sus ilusiones infantiles convertidas en promesas cuando ya sabía que no había cupo para ellas en el mundo, solo eran un peso demasiado insoportable curvando por años su espalda, como bloques de roca a las que grilletes lo unieran desde cada una de sus extremidades, tratando de zafarse de ellas mientras caminaba en el lodoso fango, había resbalado cientos de veces deseando cambiar su destino pero todos los intentos terminaron de igual forma, sin avanzar un solo milímetro fuera de ese lugar.
Al final, volvería al inicio de su miseria, retornaría a dónde el universo se equivocó y compensaría su error, pues aunque intento todas las formas de salir de esa vieja y fría casa, seguía ahí dentro.
Nunca había huido de la policía o similares, no tenía cargos federales ni siquiera multas de tránsito, así que no le tomo mucho esfuerzo desaparecer aquella mañana del 26 de noviembre frente al edificio de la Suprema Corte sin que nadie se fijará en él.
Esa mañana, se levantó con la cabeza vacía, cambio la ropa con la que había ido a dormir el día anterior por un traje que su hermana le hubo escogido, acomodo discretamente su cabello hacia atrás, calzo los lustrosos zapatos cafés que combinaban con el azul marino de la tela, insistió a Chile en dejarlo tomar el tren para distraerse antes del juicio, a duras penas el chileno accedió dejándolo dos estaciones antes de la indicada.México siguió el flujo de personas con la misma serenidad de estos, entro en un vagón con apenas unos cuantos individuos, tomo asiento al lado de las puertas y se quedó observando su propia mirada a través del reflejo en la ventanilla del tren vislumbrando su roto ser, imaginó estar frente a Argentina en aquella corte como se suponía hiciera, trato de sonreír y calmar sus emociones como los abogados le habían asesorado, relatando los hechos de aquella fatídica noche y el resto de abusos anteriores del argentino, inevitablemente cómo olas rompiéndose en las rocas de las costas, la escena en su mente se volvió real, su corazón se sobresaltó con el rugido del cañón de nuevo y sintió la fuerzas abandonado sus brazos al sentir el cuerpo de Italia cayendo en ellos.
Reaccionó una vez que su mano izquierda, manejada por el consiente en su cerebro lo abofeteara para sacarlo de ese trance, levanto la mirada para encontrarse con la de una anciana que lo miraba como bicho raro desde dos asientos adelante de él. Antes de que las puertas cerrarán salió del tren decidido a qué no se presentaría en el juicio dirigiéndose a la central de trenes con nada más que su billetera y las ganas de salir de aquel lugar.
Eso fue lo que lo hizo dejar España hace un mes en medio de una tormenta de emociones.Despertó abruptamente al escuchar el silbido del tren al llegar a la última plataforma, el tricolor bajo del vagón caminando a la superficie del subterráneo, camino unas manzanas hasta que llego a la Universidad Médica de Innsbruck en Austria, admiro la fachada clásica recordándole el colegio donde paso su infancia, cruzo la puerta con un pase de visitantes, dirigiéndose a la facultad de medicina camino siempre erguido y con la cabeza en alto, atrayendo varias miradas por la elegancia con que se movía y los susurros a su espalda que naturalmente aprendió a ignorar.
Llamo tres veces a la puerta que tenía la placa "Investigador médico", la perilla giro y apareció el hombre alto, esbelto y de mirada cansada.-Llegaste-saludo con una sonrisa.
-Si, ¿Puedo pasar? -aquel alfa se hizo a un lado para dejarlo pasar y cerrar la puerta después -este lugar-miro todos los libros, hojas y cajas con más libros esparcidos por toda la habitación y estantes -nunca creí ver este lado nerd tuyo -se mofo un poco.
-Pues te hice caso y resultó que leer es lo máximo -abrió los brazos y el mexicano lo abrazo con fuerza.
-Inquisición, yo-se quebró su voz-no puedo hacerlo-recargo la frente en el hombro de aquel hombre-me equivoqué.
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Weight of the world ll |URSS x México|
FanfictionLa máscara que uso para pertenecer al mundo se ha quebrado. Una máscara que uso desde que tengo memoria. No conozco a la persona detrás de la máscara. ¿Puede esa persona desconocida vivir en este mundo? Alguien como yo... ¿Puede pertenecer a algún...