Capitulo 8 - Silencio

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El salón estaba inundado de la espesa oscuridad que solo podía haber cuando ninguna luz se hallaba encendida en la casa ni en las cercanas casonas de las otras familias ricas, solo la tenue luz de la brillante luna en el cielo nuboso lograba iluminar por segundos al joven adulto que estaba sentado en medio del salón cantando la letra de una vieja canción italiana con la voz desgastada, asemejándose a un doloroso lamento fantasmal. Las luces se encendieron tan pronto que cegaron sus ojos por segundos, pero no sé inmutó.

- ¿Qué haces aquí, Mex? -Chile camino hasta él, se puso de cuclillas para ver la expresión perdida de su hermano -anda, te llevaré a descansar-suavemente lo ayudo a ponerse de pie cuando escucharon un fuerte estruendo de la entrada a la casa.

En unos segundos Colombia apareció en el umbral del salón con la cara pálida y la respiración agitada de haber corrido hasta ahí.

- ¿Colombia? -pregunto extrañado el chileno, intento retroceder al ver a su hermano avanzar presuroso a ellos, pero no pudo. Esperando lo peor, paso al tricolor detrás de él para resguardarlo. Quedó perplejo cuando vio arrodillado al colombiano delante de ambos.

-Lo que ocurrió fue mi culpa-declaro-no le pedí que lo matará, creí que solo lo asustaría un poco-su voz tembló -no pensé que llevaría las cosas a tal extremo.

-¿Fuiste tú quien ayudó a Argentina a llegar hasta aquí?-pregunto furioso el chileno.

-No me di cuenta que robó mi arma, te pido perdón México, no necesitas aceptarlas, pagaré por todo, iré a prisión por el crimen-su cuerpo entero temblaba -lo siento mucho.

-¿Por qué? -el tricolor salió de su trance -no hay nada de lo que te debas disculpar-su mirada estaba vacía -solo es mi karma regresando, no es culpa tuya.

-Yo sabía que Italia era especial para ti, aunque investigue no suponía más allá de una amistad o un romance, pero sabía que lo apreciabas-el tricolor apretó los dientes -cuando Venezuela murió siempre pensé que tú eras el responsable, quería vengar la muerte de mi hermano de alguna forma -sus lágrimas cayeron -sabia como hacerte daño, así que tendí una trampa a Italia primero, lo hice incapaz de vivir sin narcóticos acumulando una enorme deuda, te hablé de ello para que te sintieras comprometido con los pagos. Tú incluso te vendiste para quitarle ese peso, pero yo no estaba complacido.

-Cállate-ordeno serio.

-Una vez fui al departamento de Italia y le pregunté qué relación tenía contigo-su boca tiritaba -el respondió que no había nada, ninguna conexión que los uniera-sus puños se apretaron-entonces le conté como pagaste cada centavo que él me debía, estaba sorprendido y lleno de vergüenza. Supe sin que él lo dijera que tenían un vínculo fuerte.

-Es suficiente-dijo Chile con autoridad.

-Hace unos días Argentina salió del arresto domiciliario, nos reunimos en mi club para conversar sobre un préstamo, se enteró de tu compromiso por la TV y me cuestionó al respecto.

-Ya fue suficiente, Colombia -volvió a dictar Chile amenazando con golpearlo.

-Le dije lo que sabía sobre la fiesta de compromiso, pensé en que Veni nunca tuvo la oportunidad de enamorarse antes de morir, así que le conté a Argentina sobre lo importante que era para ti Italia-pego la frente al suelo frío -dijo que solo lo asustaría un poco y yo acepté. Quería lastimarte, yo quería hacerlo -levanto la cara para ver al mexicano -pero no deseé lo que ocurrió, juro que no quería quitártelo, no sabía que era tu hermano -se deshizo en un mar de lágrimas-de haberlo sabido jamás lo hubiera dicho.

-Fue Argentina quien asesino a Venezuela ese día-dijo Chile con decepción.

-Lo sé, ahora lo sé -su voz se rompió -no quería que te hiciera lo mismo que a mí -miro al tricolor-pero llegué tarde y estaba avergonzado de mi mismo por provocar esa situación, apenas reuní el coraje de verte a la cara, lo siento mucho, en serio que sí—su humedecida cara enfurecía y abría la herida del tricolor como una afilada daga oxidada.

Weight of the world ll  |URSS x México|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora