Preparaba su ropa para la fiesta del día siguiente cuando su hermano llamo a la puerta entre abierta, le dio una sonrisa permitiendo su entrada, Italia cerró la puerta y permaneció de pie.
—Tiene permiso para descansar, soldado—se burló de la postura tan estricta que el europeo tenía.
—¿Realmente estás seguro de esto? —la preocupación se reflejaba por todo su rostro—No creo que debas aceptarlo, deberías tomarte más tiempo para considerarlo—tomo la corbata haciéndole un nudo perfecto—¿Qué pasará si después de la boda te das cuenta que cometiste un error?—México dejó el traje en la percha sobre la cama.
—China es un buen hombre, puede tener sus altibajos, como todos los demás—quito la corbata de las manos de su hermano, colocándola en la cama—pero estaremos bien, siempre nos hemos llevado de maravilla desde el colegio—dijo confiado.
—Pero tú no lo amas—afirmo tajante—¿Qué sentido tiene casarse de esa forma?
—Se puede aprender a querer a alguien, puede que en el instante en que estés frente a esa persona no encuentres un solo destello de semejanza, pero con el tiempo encuentras aspectos que amar—tomo los hombros de su hermano menor con cariño—no debes preocuparte por mí, estaré bien.
—Soy tu hermano, debo preocuparme de tu futuro —discutió.
—No, no es así —rio ligeramente —los hermanos menores deben hacer lo que desean, pueden ir a tener aventuras y ver mil mundos a su paso—revolvió el cabello de Italia—los hermanos mayores somos los que cuidamos su camino y que puedan volver a casa sanos y salvos.
—No parece muy justo —bajo la mirada con el corazón oprimido en el pecho —tú también puedes ir a descubrir el mundo, si tan solo.
—Ese no es mi destino—interrumpió al menor—mi deber es hacer lo que se tiene que hacer, siempre ha sido así —levanto con los dedos el mentón de su hermano para que lo mirara —ya estoy muy cansado de intentar ir en contra del mundo, solo quiero estar tranquilo por lo que resta de tiempo.
Italia no pudo discutir más del tema al ver la cara afligida del hispano, aunque sabía del peso que los hombros de México llevaban desde niño, apenas conocía una pizca de la magnitud que siempre lo oprimió.
—Debes dormir temprano si mañana quieres lucir radiante—aconsejo dándole la mejor sonrisa a su hermano mayor—confío en que lo harás genial.
México sonrió satisfecho de que por primera vez parecieran hermanos, hablando de temas profundos sin que alguno de los dos fuera violento o estuviera alcoholizado, las cosas parecían poco a poco tomar su lugar... Al menos algunas había que hacerlas encajar en el molde.Italia suspiro cansado de todo el asunto del matrimonio en aquella casa, salió al jardín trasero y se sentó en el columpio de los viejos juegos infantiles de los hijos del dueño del lugar, saco un cigarrillo de la cajetilla en su bolsillo derecho, poniéndolo en sus labios sin encenderlo, impulsaba su peso en un vaivén con sus pies en el césped; de niño quiso un juego similar en el patio de su casa con un neumático viejo del cobertizo de su padre, lo había tomado y arrastrado torpemente hasta el porche sin ninguna ayuda, estaba por dejarlo rodar por las escaleras cuando su hermano mayor descubrió su travesura con una expresión pálida en el rostro, el mexicano corrió para sujetar el pesado aro negro fallando por segundos de poder sujetarlo, justo en aquel momento el padre de los niños llegaba en su vehículo y freno con fuerza cuando el neumático rebotó hacia él con emoción.
—Que coincidencia—Italia giro a su derecha veloz—tienen la misma manía —apunto con sorpresa Chile, sentándose en el siguiente columpio.
—¿Quiénes?
—México y tú, desde luego —observo el cielo estrellado —tengo problemas para dormir desde que era un niño, me levanté muchas veces por las noches y siempre lo encontré despierto justo como a ti—sonrió con el recuerdo —las primeras veces lo encontraba de pie frente a la ventana que daba al porche, no decía o hacía nada más, solo miraba fijamente a fuera de la casa, pensaba que tal vez querría irse, volver con su familia verdadera—se meció un par de veces —las veces que se percató de mí, sonreía ampliamente mientras me llevaba a la cocina, calentaba un poco de leche con miel y me mandaba a dormir después de terminar de beberla.
—Suena a algo que él haría —dejo salir una risilla.
—Para ser honesto—dudo un poco antes de hablar —yo no fui jamás amable con él, ni siquiera una sola vez le sonreí o agradecí de alguna forma lo que hizo por mí—hizo un agujero en el suelo con la punta del zapato —cuando me enteré que tú eras su hermano, estaba muy celoso; debido a Argentina, Perú y yo, no teníamos un buen concepto de un hermano mayor, al igual que mis hermanos Venezuela y Colombia, tomamos una actitud ofensiva cuando México llego—apretó sus puños sintiendo vergüenza de sí mismo —le hicimos tantas cosas horribles que no sé cómo puede vernos y seguir sonriéndonos tan cálidamente.
Chile guardo silencio, Italia suspiro.
—Parece que México solo ha tenido hermanos estúpidos ¿No?—miro la brillante luna —la primera vez que me percate de la realidad en mi casa tenía seis años, tomé un neumático del viejo cobertizo para hacer un columpio como había leído en algún libro, lo lleve hasta afuera y México me descubrió, no quise molestarlo porque estaba estudiando, intento salvarlo de tocar el suelo pero no lo logro, mi padre llegó justo en el momento en que la rueda cayó y rebotó en su auto. Ese hombre gritaba con tal fuerza que te congelaba la sangre —su mano izquierda tirito —México me puso detrás de él y dijo que había sido idea suya, padre lo abofeteo tan fuerte que lo hizo caer, su boca estaba sangrando, pero no le importo, lo tomo del cabello hasta alzarlo del suelo y lo llevo a su habitación en el ático. Escuché cada azote que le dio, pero ni una vez la voz de Mex, cuando padre termino y se fue a su estudio, pude entrar al cuarto, mi hermano ya se había vestido, hizo una gran sonrisa con la boca y me mandó a pedirle a la criada que me ayudará a hacer el columpio, hice como que no noté la sangre en el piso ni la mancha roja que teñía la tela de la camisa en su espalda. —Chile le miraba impactado—No eres el único que lo ha lastimado, así que no deberías sentirte celoso de mí.
—Si lo vemos por el mejor lado, podemos hacer una competencia entre hermanos menores y ver quién hizo lo peor—Italia lo miro sorprendido de aquella idea, rompieron a carcajadas segundos después.
—Solo quiero que él también sea feliz —confeso—ni una sola vez lo he visto hacer algo que quiera.
—Te entiendo —palmeo la espalda del italiano —siempre lo he visto hacer lo que otros esperan de él, pero debo admitir que también comprendo porque lo sigue haciendo—el europeo fijo su vista en Chile con curiosidad —hubo una vez que pude verlo desafiar a España, estaba tan decidido de lo que haría que me pareció que si salía de la casa jamás podría volverlo a ver ni saber de él. Iba a irse con su novio de aquel entonces, llevaba el portafolio del colegio con unas pocas ropas y supongo que dinero, papá lo abofeteo con fuerza cuando México se despidió. Dejó la casa, pero unos días más tarde, nuestro capataz volvió con mi hermano cargado en el caballo, papá lo llevo a su cuarto y llamamos al médico, fui todos los días a asomarme en secreto para ver su estado, lloraba al despertar y al dormir, un día solo se levantó como siempre a hacer sus labores mientras actuaba como si nada hubiera ocurrido. Descubrí que mi padre puso en una encrucijada al novio de México, hizo que lo abandonará para quitarle la idea de abandonar la casa, mi papá rompió sus sueños más de una vez, yo también tendría miedo de volver a intentarlo.
—Entonces debo detener esa boda—decidió firme.
—Pero México quiere hacerlo, él fue quién acepto —resumió honestamente —ni siquiera mi padre se metió está vez.
—Ese es un buen punto—su confianza se esfumó.
—Quizás no sea una mala idea, China lo quiere, puede ser que está vez nuestro hermano tenga una vida feliz —sonrió con optimismo —ahora las cosas familiares van bien, si forma su familia con alguien que en verdad lo ama, no sé arrepentirá.
—Ah—suspiro derrotado —espero que sí.
—Confía—le dio un codazo amable—todo saldrá de acuerdo al plan.
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Weight of the world ll |URSS x México|
FanficLa máscara que uso para pertenecer al mundo se ha quebrado. Una máscara que uso desde que tengo memoria. No conozco a la persona detrás de la máscara. ¿Puede esa persona desconocida vivir en este mundo? Alguien como yo... ¿Puede pertenecer a algún...