Capítulo 11 - Alfa vs Alfa

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Despertar por las mañanas se volvió complicado al sentirse solo en la cama, no importaba el tamaño de está, o si la chimenea estaba encendida, incluso con varios edredones no dejaba de sentir frialdad en el alma. Le dolía el corazón como si se lo hubieran extraído sin ningún cuidado, provocándole un enorme insomnio que solo lo abandonaba por los amaneceres dejando migrañas e irritabilidad a su paso.
Cuando se quedaba dormido por las mañanas, visualiza efímeros escenarios donde corría y corría hacia un hombre que le daba la espalda a cierta distancia, por más que avanzaba nunca lo alcanzaba, escuchaba un sollozar, gritaba de la impotencia de no poder ayudarle, aquel hombre giraba un poco para mirarlo y al ver sus lágrimas, URSS despertaba sobresaltado en sudor frío buscando a ese hombre al otro lado de su cama. Entonces recordaba al respecto y se quedaba ahí sentado en silencio odiando el lugar vacío a su lado.
Esa mañana fue igual, al menos despertó al interior de su auto sin que nadie lo notará, una vez estuvo calmado se miró en el retrovisor se arregló un poco para después salir del auto. No le sorprendió la fachada de aquella Universidad en Innsbruck, entro sin molestarse en mirar a nadie hasta el recibidor dónde el director lo esperaba con su mejor sonrisa, lo acompaño hasta el salón indicado donde se hallaba la persona que el soviético buscaba.
El director se marchó al cumplir su propósito, URSS entro en el aula silenciosamente mientras transcurrían los últimos minutos de la clase, escuchó la elocuencia y empeño de la enseñanza de aquel docente, no estaba sorprendido pero comprendió lo que probablemente ahuyento a México de ahí.
Recordó las palabras que USA le menciono antes de informarle dónde estaba el inquisidor, entre él y México había una promesa que seguramente atraería al mexicano a aquel tipo, ¿Qué clase de promesa sería? No podía evitar estar celoso al respecto.

Luego de unos minutos, Inquisición se acercó al ruso que estaba perdido en sus pensamientos mirando por la ventana del aula.

-Hey-llamo su atención.

-Ah, soy.

-Se quién eres-eso no sorprendió al soviético-y creo saber también porque has venido-se sentó en el pupitre a su lado.

-¿Lo que sería?-pregunto vagamente para averiguar la astucia del otro.

-México-la sola ternura con que dijo su nombre basto para molestarlo y eso hizo feliz a Inquisición-no parece tan incómodo como imaginé que sería, hablar con la ex pareja de mi ex.

-Es increíblemente incómodo -apunto sin una pizca de hacerle gracia la broma del otro alfa.

-Vaya, yo tratando de relajar el ambiente -saco de su bolsillo derecho un cigarrillo y un mechero, una vez lo encendió, el aroma peculiar trajo a la mente el aroma de los cigarros que México fumaba en ocasiones en el jardín del soviético cuando se hallaba solitario o frustrado. Apretó los dientes.

-Supongo que tú le enseñaste ese asqueroso hábito de fumar-acuso sin suavidad.

-Le enseñe muchas cosas -su altanería avivó la ira del otro-lástima que ninguna de ellas le fuera útil-el desánimo apagó su semblante-ahora que puedo reflexionar sobre el pasado, veo lo fácil que era interponerme entre lo que le causaba dolor y él, de haber sido menos egoísta y más valiente, talvez él sería mucho más feliz que ahora.

-Añorar el pasado es como correr tras el viento -zanco las fantasías de cambiar sus errores de hace 10 años, URSS decidió que no era momento de enojarse por sus celos.

—Él vino a verme ayer, lucía increíblemente mal, juro que nunca lo vi tan perdido, no me comentó lo que ocurrió ¿Argentina le hizo algo de nuevo?—su preocupación era evidente.

—Italia falleció hace unas semanas, Argentina le disparó a quemarropa cuando trataba de dispararle a México —el inquisidor se quedó perplejo de la noticia—hace unos días se iba a realizar el juicio en su contra, México debía declarar pero no pudo, él huyó.

Weight of the world ll  |URSS x México|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora