Hermanos

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Inmediatamente cada uno tomo la posición que le correspondía.

Astrid se elevó hasta llegar a tocar el techo con sus alas y tensó su arco, preparada para atravesar con sus flechas a quien cruzara esa puerta. Danielle y Paisen decidieron ocupar la primera línea frente a la puerta dejándonos a los demás detrás de ellos.

Estábamos preparados para lo que viniera. Nos habíamos ganado nuestras armaduras negras. Estábamos listos...

-Qué lindo volver a verlos...

Su voz retumbo por todo el salón junto antes de que abrieran de un golpe la gran puerta. Los soldados eran pocos, estábamos en igualdad de condiciones.

Jake, Vlad y Marko...era una imagen que no quería volver a ver jamás.

-Mucho sin vernos... -hablo el mayor, pero para mi sorpresa no se refería a mí –Hermanita...

-¡Hace mucho dejamos de ser hermanos y lo sabes!

Dany no parecía estar muy contenta con el comentario pero el chico solo soltó una risa. En cualquier momento todo podía estallar, cualquiera de sus soldados podía comenzar un ataque sin piedad y quería retrasarlo lo más posible hasta que llegaran más de nuestros soldados.

-Esperen... ¿Qué? –Paisen dijo lo que todos queríamos decir pero estábamos demasiado concentrados en defendernos par a hacerlo

De reojo pude ver como los vampiros sacaban los collares de sus cinturones en una clara señal de alerta. Estaban tan preparados como nosotros.

Pero Jake fue el único que avanzo tranquilamente hacia la chica que mantenía su postura de guardia.

-¿No les contaste nada? –Hablaba con una sonrisa- ¿No saben sobre mí o sobre quien era tu padre? Desagradecida...

Ella fue la que hizo el primer movimiento poniendo su espada en el cuello de su aparente hermano, pero él no reacciono de manera ofensiva, estaba sumamente tranquilo como si supiera que no valía la pena esforzarse con nosotros.

Pasara lo que pasara, debíamos proteger al rey. Su simple vida nos aseguraba el poder sobre el territorio.

-Quiero que saques a tu gente de acá, más te vale no derramar una sola gota de sangre inocente o sino...

-¿O sino qué? – A Jake no pareció agradarle la amenaza -¿Me mataras? –Soltó una risa, como si supiera que ella no sería capaz de hacer algo así.

-No me obligues a despedazarte... -ella no retrocedía, parecían estar presos de una guerra de miradas donde el primer parpadeo podía despertar una masacre.

-Tenemos tres opciones: puedes dejarme pasar para asesinar a su monarca, puedes darme lo que quiero y yo me iría sin lastimar a nadie o puedo asesinar a cada ser cornudo que se cruce en mi camino...

Aunque ser llamada "cornuda" me dolió un poco, mas curiosidad me generaba su segunda propuesta. ¿Qué era eso que buscaba?

-Aunque todas las propuestas son interesantes me gusta más la cuarta –Dijo con una enorme sonrisa en el rostro- Sacarlos a patadas de mi reino.

Y en solo un pestañeo, todo comenzó...

Los ojos color sangre de Jake se iluminaron mientras sacaba su espada y daba el primer golpe pero Dany fue lo suficientemente rápida como para detenerlo.

-¡Rose!

El grito de Abel me obligo a mirar al frente donde un filo se acercaba peligrosamente a mi rostro. El chico se interpuso al ver que no llegaría a tiempo para defenderme.

-Veo que tienes un príncipe azul "Anik"... -La voz de Vlad era venenosa, era como si me escupiera cada palabra.

Pero aunque mi corazón latía a toda velocidad, mi vista no podía despegarse de la nuca del chico que defendía mi vida.

Un nuevo tatuaje se sumaba a la colección: una rosa.

-Por ella hasta puedo ser un ángel...

No me dio tiempo ni a sonrojarme cuando vi a uno de los vampiros acercarse a mí con un hacha, la cual parecía ser una decisión bastante tonta para alguien que parece no tener la suficiente fuerza como para utilizarla correctamente.

Esquivar su filo fue bastante sencillo y solo tuve que esperar que diera un golpe hacia el suelo para poder apuñalarlo en la espalda con toda comodidad. Siempre directo a los órganos vitales para que la muerte no sea más dolorosa de lo necesario.

Soy un demonio, no un monstruo.

De reojo mire a mis compañeros, Astrid desde el techo tiraba flechas a cualquiera que se atreviera a entrar como refuerzo de los vampiros. Su habilidad era muy diferente a la mía: podía meterse en el cerebro de las personas y hacerles vivir sus peores pesadillas en forma de visiones realistas. Era una torturadora eficiente pero en el campo de batalla no era tan útil.

Paisen era un monstruo. Una vez que cubría su espada con energía oscura masacraba todo lo que se interponía en su camino, mientras que Dany con la misma habilidad era mucho más profesional y elegante, acompañaba el danzar de su espada con pequeños proyectiles que emanaba de sus propias manos.

Pero poco a poco el salón real se fue llenando de vampiros, eran más rápidos que nosotros y nos sobrepasaban en número. Cuando nos dimos cuenta estábamos acorralados frente a la puerta de los aposentos reales y Jake logro darle un golpe a su hermana que la dejo en el suelo.

-¿Van a rendirse de una vez?

Los vampiros creían que ya tenían la batalla ganada, pero mientras viviésemos no íbamos a darnos por vencidos.


Rose (2do Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora