Kill him - MINSUNG

тяє¢є

– Nada señor, incluso la enredadera, no parece que nadie haya bajado por ahí –

JYP volvió frente a Minho e hizo que sus hombres pusieran de pie a Minseo, Hyunjin y Jisung frente al chico.

– Me has metido y me has hecho perder el tiempo, y uno de estos tres va a morir frente a tus ojos si no me dices la verdad –

– ¡No habrán mirado bien! Estoy seguro de que eso es todo lo que se y todo lo que puedo decir ¡Ya le he dicho que mi padre es un loco y que hace escondites de los que no tengo ni idea! –

– Tres... Dos... –

– ¡Disparame a mí! –

– ¡Minho no digas tonterías! – Gritó Minseo, Jeongin, ahora en brazos de Chan volvió a llorar al escuchar a Minho y su madre gritar.

– Callad a ese crío o le disparo a él –

Minseo se salió de su lugar para tomar al bebé en brazos y tratar de calmarlo.

– Mandaste a Jisung a matarme, termina el trabajo y deja que ellos se vayan –

– No juegues al héroe, Romeo –

– No juego, realmente no tengo ni idea de donde se ha escondido mi padre, lo único que me importa es mi amigo, mi noona y el chico que me gusta ¿Mi padre? Todo tuyo, yo nunca le importé lo más mínimo –

Las palabras firmes de Minho parecieron convencer al CEO que suspiró frustrado, Jeongin no lograba calmarse y su madre trataba de tararear una nana para calmarlo.

– ¡Calla a ese bebé de una puta vez! –

Las piernas de la mujer fallaron y cayó al suelo de rodillas, abrazando a Jeongin, tratando de que a pesar de los gritos se calmara, Minseo sabía que era un llanto de hambre, y que el pequeño Jeongin solo necesitaba un poco de leche para calmarse, pero estaba demasiado asustada para que la voz saliera de su garganta.

– C-chico... – Susurró al pelinegro amigo de Minho a su lado – ¿P-puedes decir que Innie tiene hambre? –

Hyunjin trago saliva y trató de alzar la voz algo más alto que los susurros aterrorizados de Minseo.

– Perdone – Todas las miradas se pusieron sobre el alto – El bebé llora por que necesita comer, si toma algo se calmará –

– Dowoon, ve con el principito a por la leche –

Hyunjin creía recordar que Minho una vez le explicó como se hacía aquello cuando estuvo en su casa y lo vio preparar el biberón.

Pero tener a un hombre con una enorme ametralladora a su espalda no lo ayudaba a calmarse para recordar siquiera su propio nombre.

Las manos le temblaban, estaba totalmente muerto de miedo, por su propia vida, y por qué fallar con aquello podía costarles la vida a Minseo y al bebé y tuvo que cerrar los ojos y tomar tres respiraciones profundas.

– ¿Cómo es que Minho hyung lo hacía parecer fácil? – Susurró el pelinegro tratando de deshacer los grumos de la leche en polvo en el agua tibia. – Lo tengo listo ¿Podemos volver? – Preguntó al hombre armado sin saber bien de donde había venido esa confianza en si mismo.

Hyunjin se apresuró a volver con el biberón en la mano y se dirigió a la mayor, disculpándose por que en realidad no recordaba como hacer aquello.

Jeongin pareció suficientemente contento, y ajeno a su alrededor, sonrió al ver la comida frente a él, estirando las manos para que el pelinegro le diera su cena.

– Principito, toma al bebé, necesito llevarme a la criada un momento –

Minseo se levantó del suelo y le enseñó al chico como sostener al niño para que no fuera pesado y no cayera al suelo, Hyunjin lo sujetó en brazos mientras Jeongin bebía feliz la leche, sin saber el peligro que corría su madre.

El CEO caminó por toda la casa, tomando a Minseo por los hombros, llamando al señor Lee y amenazando con la muerte de la joven.

– ¡Señor Lee! ¡Se que aprecia a esta muchacha! ¡Salga antes de que decore las paredes con su sangre! –

Minho escuchó dentro de la casa un grito por parte de su padre, luego un disparo seco, el llanto de su noona, y un nuevo disparo, seguido del silencio mas sepulcral.

Los presentes mordieron sus labios y cerraron con fuerza los ojos para evitar hacer el más mínimo sonido.

El CEO cometió el error de llevarse a buena parte de sus hombres con él, Chan, Changbin y Jisung tardaron poco en deshacerse de los que los vigilaban, con la ayuda de Younghyun y Jihyo, lograron escapar por la puerta de atrás, guiados por Minho, adentrándose en el bosque tras su casa, en un punto, se dieron cuenta de que los seguían, y tuvieron que separarse, sin despedirse más allá de un rápido "Suerte, no mueras".

Jeongin parecía saber lo que pasaba y se removía incómodo en brazos de Jisung, quien cada vez que recordaba que el niño seguía en sus brazos volvía a llorar, por un momento, sintió que ya no quedaba nada de ese frío asesino que era hasta hacía muy poco, ese adolescente que fue entrenado para ser una máquina de matar, le había dejado paso al joven que sostenía a un pequeño niño huérfano contra su pecho, corriendo por la vida de ambos.

Los hombres de su antigua empresa los perdieron en el bosque, ya nadie los seguía, pero continuaron corriendo hacía una vieja y destartalada cabaña, que Minho había usado como refugio secreto cuando era un niño, y casi quince años después, volvía a serlo.

– No creo que nos sigan hasta aquí, pero... necesitaremos mantas y comida, y leche para Innie – Jisung tomó la cara del mayor solo con una mano, ya que con la otra aun sostenía al niño y unió sus labios otra vez, para calmarlo a él, cortar ese monólogo nervioso que podría conducir a un ataque de ansiedad, y también para calmarlo a él, su necesidad de largarse a llorar toda la noche, un suave roce de labios que les decía a ambos que saldrían de aquella, de alguna manera.