Solo otro día más

106 20 13
                                    

- En público llámame por mi nombre, Ashina - Expresa con firmeza el slime en mis brazos, produzco una mueca de confusión, pues las dudas me asaltan como polillas a la luz. - No es el momento de decirles sobre nuestra reencarnación, espero que lo entiendas. - Responde veloz, no dejandome paso a formular la pregunta que se origino en el interior de mis neuronas.

Asiento inconforme a la petición de mi compañero, deseo replicarle y aclararle el tema de nuestras segundas vidas, a lo que sin duda será un debate extenso, agotador de paso.

Esto me resulta como una espina en mi pecho, dicho objeto aprieta con irremediablemente fortaleza las paredes de mi corazón. Bien, no le preguntaré nada, luego me dirá su razón y claramente entenderé porque lo hace. Eso espero.

La capa escarlata ondea con el viento mientras avanzo con calma por el sinuoso camino de la cueva, curiosa, añoro los delicados pétalos de las flores que se encuentran al otro lado en macetas perfectas de barro. Por lo visto alguien se vio en la necesidad de recordarme sin llamar mucho la atención.

Entonces llevo nuevamente mis ojos a la ovalada figura azul en mis manos, lista para mencionarle una cuestión que escuche.

- Te digo algo, hermano. - Alargo la última palabra más de lo debido, su respuesta es un sonido afirmativo esperando a hable - Puede que suene un poco irreal o quizás no, pero he sentido muchas miradas sobre mi.....creo que se preguntan cuál es mi relación contigo, pues me han visto muchas veces a tu lado .Incluso oí muchos de sus susurros y todos indican que estábamos saliendo o una cosa así. - Hago un sonido de asco que es producido en la parte más profunda de la garganta.

Rimuru realiza el mismo ruido, asqueado por lo que sus habitantes reflejan a través de sus suposiciones.

- Queee, eso... eso... Ni siquiera puedo pensar en eso. Eres mi hermana, iiuuuu nooo - Replica consternado, sin tener unas palabras correctas para expresarlo.

Lo entiendo, ni yo pensaba de el de esa manera cuando tenía amnesia, en ese momento simplemente sentía que debía quedarme a su lado por el simple hecho de que con su ayuda recordaba pequeños fragmentos de mi.

Con una gotica resbalandole por su pequeño cuerpo con forma de slime mira hacia otro lado y se mete en sus pensamientos. Hablando de vez en cuando solo, debo decir que esta reacción de el me resulta extremadamente interesante pues parece como si estuviera hablando con alguien.

Entonces me cuestiono si habla con una habilidad o una persona, pero lo más probable es que solamente este diriguiendose a si mismo.

Lo dejo en lo suyo y decido pensar en la misteriosa silueta que apareció de repente con una raída capa cubriendolo, se que resultó ser amable conmigo e incluso me enseño su peculiar rostro. Sin embargo todo es muy extraño pues luego de que esa tediosa dryade abandonará el lugar sin dejar rastro, el llegó, al menos pienso que están relacionados entre si. Que tienen un plan para hacer algo, listo y bien calculado para utilizarlo a su favor, pero mi instinto nunca me ha fallado y no lo hará ahora, aparte mi desconfianza me ha salvado de diminutos problemas en mi vida pasada, debo decir que con bastante frecuencia.

Un día pregunte acerca de Tairyana a la famosa Treyni, en aquel bar de ambiente relajo y agradable mientras tomaba un poco de licor, la excusa perfecta para sacar información debo decir. Solo recibí una mirada opaca y ensombrecida por su parte con las sencillas palabras "fue una manipuladora y nos engaño a todas"

Tengo la certeza que en un futuro muy cercano me los encontraré de frente y con todos sus verdaderos colores revelados, sin más de sus mentiras. Cuando ese día llegue estaré preparada para enfrentarlos.

______________∆______________

- Me iré por un tiempo a solucionar lo que atormenta mi mente - Comenta el de cuerpo delgado y pelo azul preparando las cosas y organizando en el buró lo que llevará en su viaje. - Te dejo a cargo, cuida bien de todos, Ash. - Disgustada por lo que acaba de mencionar hago un puchero.

- Esto tiene que ver con Shizu ¿cierto? - Pregunto directamente sin dar rodeos, pues tengo entendido que antes de morir ella dejo a su cargo a unos niños que están a punto de colapsar y desaparecer. Es comprensible que quiera ayudarlos, de este modo Shizu descansará en paz eternamente.

- - Afirma - Los ayudaré y ellos no morirán - Se que te sientes responsables por esos niños y piensas que debes salvarlos a como de lugar, haz lo que tengas que hacer, yo te apoyo. Pero siempre me dejas todo el trabajo a mi, jum. - Por cierto antes de marcharme ten esto.

Sorpresivamente una espada sale expulsada de su mano y aterriza suavemente sobre el barnizado buró. Sus detalles son hermosos, presenta grabados dorados en su mango y una silueta grácil. Esculpida de un metal que irradia un brillo tenue en la hoja, vislumbro pequeñas líneas por toda su estructura y me pregunto qué son.

- Te encargue esta espada especialmente para ti, es ligera y tiene una sorpresa incluida - la toma entre sus manos para luego detallarla con escrutinio, haciendo que en un deliz la hoja se desencaje en pequeñas piezas que están sujetas a una especie de látigo. - Es flexible, dudo que hayan visto una cosa así en este mundo, a Kurobe se le complicó un poco pero al final todo salió bien. - Finalizó con una sonrisa acercandose a mi, mientras hacía que la afilada hoja volviera a su lugar inicial para luego extender su brazo entregandomela.

Sin palabras solo atine a sujetarla con suma delicadeza, en verdad es ligera, casi ni la siento.

Con suavidad apoya su mano derecha sobre mi hombro izquierdo y con ese gesto se que me dice muchas cosas. Entre ellas que deje de lado mi infantilismo y ponga la seriedad que se requiere para poder manejar una ciudad entera, que protega a todos por igual y me haga cargo de sus responsabilidades. Resoplo con frustración, imaginando todo lo que me espera.

Definitivamente lo mataré más tarde, en este momento no me atrevo porque tiene unas vidas que salvar.

Entonces como si estuviera invocando la parte responsable de mi y dejando de lado mi bipolaridad junto con la forma infantil. Hablo siendo la subordinada que sigue a su líder con una lealtad indestructible, expresando de manera neutral las palabras.

- Puedes marcharte tranquilo, todo estará igual cuando regreses. Me ocuparé enteramente a mis deberes y protegeré esta ciudad sin dudarlo.

- Bien, puede que me tarde un poco. Pero volveré.

- Buena suerte con tu misión, Rimuru - Me despido de el, para marcharme de allí sin siquiera haberle agradecido correctamente por su regalo.

Doy pasos fuertes y precisos, empuñando la asombrosa espada.

Agradezco el obsequio, hermano

Debo asumir el puesto que tantos deberes acumulados llevo postergando, seguro que hay una larga fila de esas horrendas tablas de madera encima de mi mesa de trabajo.

Si justo como eso en mi anterior vida.

Solo otro día más

Otra Vida, Otro Nombre... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora