¿Quién es Charybdis?

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La esperada noche había llegado y con ello mis necesitadas horas de descanso pero eso no significaba que podía estar vageando en torno a lo que quisiera más bien era todo lo contrario, ya que aún pretendía supervisar y priorizar las relaciones diplomáticas con los reinos de Falmuth y Blumund. Esta labor me recordaba a las largas jornadas de mi trabajo, donde debía atender a incontables reuniones con una base diplomática, por esta razón era buena captando las dobles intenciones de las personas, es como si hubiera desarrollado un sexto sentido que me indicaba cuando se iba a presentar un inminente peligro, aunque ahora se había desarrollado aún más debido a la presencia de habilidades que ayudaban a fortalecer este instinto. Gracias a la ayuda de dicho juicio suspicaz no mengüe mi guardia ante aquellas dos personitas que prefiero no mencionar, por cierto es raro que no intenten espiarme tan siquiera, ¿Que estarán planeando? , nada bueno de eso no cabe duda.

Hay pequeñas cosas que no puedo comprender aún a la perfección, carezco totalmente de ese conocimiento lo que me hace volverme torpe ante la aceptación de dicho escrutinio y eso es un error que debo remediar, sin embargo si todo fuera tan espontáneo en esto del liderazgo sería mucho más natural para mi. No soy buena siendo la líder de algo importante y mucho menos de una capital, temo cometer muchos errores, yo realmente no quiero eso.

Empuño la espada con familiaridad dejandome llevar por los fluidos movimientos, recordando una canción muy pegadiza que hace que suelte la rigidez de mi cuerpo volviéndome flexible, llevo practicando en el arte de la esgrima con ayuda de Hakurou desde que conseguí parte de su confianza, otra vez, hace como tres semanas atrás aproximadamente, mucho antes de que los creídos del rey demonio Carrion irrumpieran en la cuidad a hacer de las suyas. Milin a veces se incluye en mis entrenamientos y cuando ella hace eso siempre termino abrumada por su privilegiado poderío, ese pequeño cuerpo esconde un vigor propio de un entusiasta niño.

Desajusto los pliegues del arma blanca con una brevedad abrumadora, convirtiendo la hoja en un mortal látigo que azoto a un desprotegido árbol, cortandolo a la mitad con apenas esfuerzo, si esto puedo hacerle a un árbol absolutamente maduro no quiero ver lo que puede hacer en un cuerpo de carne y hueso. Hago un pequeño movimiento sutil enroscando las piezas de la hoja a mi alrededor pero sin tocarme, es como si estuviera dando una pirueta propia de una bailarina, quizás use este movimiento como medida defensiva ya que los fragmentos de la espada recubren de manera amplia mi silueta sin dejar apenas una abertura al enemigo, puedo decir que es un escudo.

Por el rabillo de ojo denoto una mancha materializarse de la nada misma y con los reflejos de un felino descargo el látigo hacia el contorno de esa persona, pero dicho desconocido esquiva fácilmente mi ataque apareciendo a mi lado con un gesto turbado que desfigura su atractiva cara. Entonces me doy cuenta de mi despite pues es Soeui, verdaderamente me sorprendió su imprevista aparición creí que era alguien que venía a atacar o algo relacionado.

— Siento haberla impresionado de esa manera — Se disculpa con pesar colocando una mano en su pecho e inclinándose levemente, yo agrando los ojos por lo que hace, oh eso lo no permito, los míos no deben rebajarse de esa forma.

Lo llamo con un canto risueño — Soeui — el levanta la cabeza observando mis resplandecientes ojos ámbar — No se que te ha dicho mi... ejem... Rimuru...sobre que actitud debes mantener cerca de su persona pero conmigo no es necesario tantas formalidades, es suficiente con que me llames por mi nombre, no quiero honoríficos tampoco. Y por cierto la que debería disculparse no es otra más que yo, casi te divido a la mitad — Río por mi mal chiste apaciguando la tensión del bello hombre por lo hecho, siendo plenamente consciente de que no se dirigirá a mi de un modo tan informal pero contrario a lo que pienso lo hace.

— Si eso es lo que desea señorita Ashina.

Así esta mejor pero aún así no me tutea del todo, bueno es un avance.

— ¿Que hizo que surgieras de esa manera tan abrupta en medio de mi entrenamiento?— Elevo una ceja enarcandola y dándole una mirada inquisitiva al de pelo azul añil opaco.

— Tengo noticias acerca de Phobio.

Oh así que ese tonto orgullo se metió en algo turbio, eso no lo dudaba pues lo dejó tan claro como el agua cuando se fue, pero ahora poseo una curiosidad tan extensa que debo saciar, quiero saber con quien anda metiéndose.

— Cuando se fueron los seguí lo más prudente posible, luego cayó la noche y acamparon no muy lejos de la cuidad, el hombre bestia se percibía resentido, uno de los suyos mencionó que era mejor haber establecido una relación diplomática con nosotros, los demás estuvieron de acuerdo. Al poco tiempo aparecieron unos... — El kijin de un cuerno encerro sus manos en un puño luciendo impotente, lo mire reparando en los sentimientos que desbordaba aunque no podía hacer nada por el — Se presentaron como arlequines, eran sólo dos, ellos propusieron un aparatoso plan relacionado con Charybdis y en ese preciso momento decidí informarle..

¿Charybdis?

— Un segundo — lo interrumpo antes de que termine de hablar — ¿Quién es Charybdis? 

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⏰ Última actualización: Sep 10, 2022 ⏰

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