Problema AHA

Capitulo 8

– Cierra la boca, ya sabes cual es tu deber.– El castaño se dio la vuelta, logrando tener una vista de toda la ciudad.– Yo quise ser bueno con Hitsugi, pero veo que el no reacciono. Ahora, me tendré que deshacer de el– Volteo su vista y la planto en el chico que tenia atado–, Por no amarme, por no querer estar a mi lado,

– Es muy exagerado Abelle.– El chico de ojos rojizos se cruzo de brazo– Hitsugi no merece morir por no sentir lo mismo que sientes por el.

– ¡Te dije que te callaras!– Dio un pisotón y lanzo una mirada asesina a Dan, este ultimo se apartó–, Tu solo lo mataras y fin.

El ojirojo frunció el seño– No– Dijo secamente. Dan dio media vuelta y abrió la puerta para irse–, No matare a alguien inocente para cumplir tu capricho, ellos te buscan a ti,– Antes de salir soltó una sonrisa– Y ojala te encuentren, pesado de mierda.

Abelle soltó un gruñido, y volteo su vista plantandola en la víctima que tenia amarrada– Te tocara a ti ser el anzuelo, marica.

Axel bufó molesto, su cuerpo estaba lleno de golpes y moretones.– Tienes un mal significado de la palabra amor, Abelle.

– ¿Eh?

– Es la razón por la cual Hitsugi nunca te amara, ¿Es tan difícil para ti conquistar a Hitsugi con métodos antiguos? Dime, ¿Es difícil?

Abelle soltó una risa.– No sabes cuánto.

–¡Solo intentalo!– Abelle se sobresalto por el grito de Axel. Se hizo un silencio abrumador.

– Solo callate, callate.

– Las cosas pueden ser diferentes Abelle, puedes intentarlo.

– ¿Y como? ¿Acaso no vez que no me ama?

– ¡Pero puede hacerlo! Es ridículo todo esto que estas haciendo, perdonate, liberame y sal a conquistarlo

Abelle se cubrió la cara con las mangas de su abrigo, empezo a negar y se descubrió la cara. Camino hasta Axel y lo desato.

– ¿Como pudo pasarme esto?

– Por favor, perdoname.– Se abrazo a Axel–, Se me es difícil decir esto pero, quiero cambiar. Quiero conquistar a Hitsugi por mis propios méritos, ayudame.

– Siiii, bueno– Axel se rasco la nuca–, eso sera un problema terrible

– ¿Por qué?– se separó y lo miro detenidamente– , No me digas que tu. . . .

– Bueno. . .jejeje.– Abelle soltó un suspiro.– ¡Bueno! ¡Dijiste por tus propios méritos hijo mio! Así que yo lo conquisto por mi cuenta y tu por la tuya.

Abelle miro al techo y sonrió– Bien, lo haré.

– Pero debes perdonarte con Hitsugi, no llegaras y le dirás como: "Oh, hola Hitsugi, vengo a darte duro contra el muro, macizo contra el pido y lento contra el pavimento"

– Ok

– Tu Ok fue tan seco que casi secas el Océano Pacífico.

– Ya dejate de tonterías y vayamos a buscar a Hitsugi, quiero arreglar las cosas.

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– ¡Ha-Haru!– Dije tomando mi chaqueta.– ¡Esperame, Idiota!

Me abrazo por la cintura– Calmate Onodera, no te estaba dejando tan atras.

– ¿¡Me di-dijiste Onodera!?– Mis mejillas tomaron un color carmesí, el asintió riendo y le pegue en el pecho.– Idiota

– Onodera.

– Idiota!

– O-NO-DE-RA

– Te odio.– De pronto, el timbre de mi casa sonó y rápidamente me despegue de Haru para atender la puerta. Al abrir la puerta grite y luego mi rostro fe enfureció.– ¡Haru! ¡Rápido! Llama a la policía!

Haru salio corriendo cuando una voz interrumpió la zona.

– No es necesario Hitsugi Escuche la voz que desde hace mucho quería escuchar–, todo se arreglo, por favor dale una oportunidad a Abelle.

– No.– Dije seco y ambos se impresionaron– ¿Qué acaso no recuerdas que te secuestro? Y boom, de pronto llegas a su lado como si nada.

– Porque cambie.– Hablo Abelle, claro que no me lo creía. No soy idiota– Quiero ser tu novio, me equivoque horriblemente y quiero reenmendar mis errores, ¿Porqué? ¡Porque te amo!

Retrocedí por la impresión.

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Un avión aterrizo en el aeropuerto, dos personas bajaron dejando ver a dos chicos, uno mas alto que el otro, el primero traía lentes de sol, con cabellos castaños mielosos, y unos ojos rubios que brillan a más no poder. Y el menor de cabellos violetas, con relucientes ojos rosas.

– Por fin, en casa de nuevo.– dijo el mayor sonriendo y estirándose.

– ¿Lo buscarás, Masaru?

– A más no poder.– El mayor se quito los lentes de sol dejando ver sus ojos.