Lidiar con un alfa no es fácil. Especialmente cuando es tu padawan. Los últimos cien años los omegas se han vuelto una casta escasa, sobre todo los omegas varones, volviéndose aún más valiosos en un mundo plagado de Alfas y Betas. El tráfico de Omeg...
¡Hola! Al fin hice un apartado con las etiquetas de la historia así que pasense a leerlas antes xd, (debí haberlos puesto antes), pero comencé subiendo este fanfic en AO3 y se me hizo tedioso acá en wattpad, así que eso. Gracias por sus estrellitas y comentarios. Pronto aquí en wattpad editaré la estética de la historia (creo), pero ya hice un encabezado rápido y momentáneo (c bajó toda la calidad la ptm). Hasta pronto.
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VIII. You, it's you and me.
Su corazón comenzó a bombear frenéticamente ante las palabras del Alfa. La sangre burbujeó por sus venas, bullendo con fuerza a través de ellas. Instintivamente Obi-Wan llevó su mano izquierda para cubrir sus glándulas. No se sentía bien, no era... correcto. Su visión comenzó a tornarse borrosa mientras más consciente se hacía de la cercanía de Anakin y de los labios que rozaban su húmeda nuca.
──Por favor, padawan... ── su piel se erizó al contacto de su cálido aliento contra él, el vaho resultó ser como una caricia. Ellos no podían tomar este camino, no ahora, y tal vez nunca. Anakin jamás había sido tan directo y morboso con sus acercamientos, incluso cuando dormían juntos. Esta vez era diferente, pero, ¿Por qué? ¿Qué había detonado la inequívoca lujuria en el Alfa? ¿Habría sido su reencuentro con Padmé? Obi-Wan relamió sus labios ligeramente dolido por aquella idea ──, ...tienes que parar, ahora.
──Alguna vez me dijiste que no me proveerías de afecto hasta que fuera un Alfa o un Omega, Maestro. ── había algo posesivo y a la vez egoísta en la voz del Alfa mientras dejaba vagar sus labios por la piel sensible; en su aroma almizclado. Obi-Wan levantó sus escudos mentales para no escuchar los pensamientos obsesivos de él. Estaba demasiado débil, demasiado susceptible, pero Obi-Wan debía detener esta locura lo más pronto posible. Debía resistir porque era lo correcto. Las manos del Alfa tocaron sus caderas y subieron por encima de la tela de su ropa para dormir sin prisa, contorneando su cintura hasta llegar a sus costillas. Obi-Wan jadeó sorprendido y ejerció más fuerza en sus dedos sobre sus glándulas para protegerlas. No sabía si Anakin lo estaba pensando, pero no podía correr el riesgo de ser mordido. ──, bueno... ahora soy un Alfa.
Su tono de voz era demasiado bajo, grave y lascivo. Obi-Wan contuvo la respiración apenas el susurro atacó sus sentidos. Anakin, pensó y una ola de deseo lo atravesó, arrastrándolo con la tempestuosa corriente. Inevitablemente sintió un conocido tirón en su entrepierna. La excitación de Anakin lo estaba consumiendo como un agujero negro.
──No, n-no sigas, p-por favor...
──Ahora me lo debes, Maestro, dime... ¿Cómo me proveerás de aquel afecto? ¿Con abrazos? ¿Con caricias? ¿O con tu cuerpo? ── el Alfa cerró los ojos, abriendo su boca para enterrar sus silentes colmillos en la piel virgen del Omega. Desde lo más profundo de la garganta de Anakin se originó un gruñido casi animal, sobrenatural, apenas humano. Padmé tenía razón, Obi-Wan era suyo. Solo tenía que reclamarlo, marcarlo, hacerlo al fin suyo por una vez por todas. La Orden tendría que aceptar su unión, porque para personas como ellos existían las excepciones. Y ya había esperado por tantos años esto como para permitirle escapar. ──: Me encanta como hueles, siempre me gustó. ¿Dejarás que te lama al fin? ¿Quieres sentir mi lengua en tu apretado agujero, Omega?
